𝐎𝐧𝐥𝐲 𝐅𝐚𝐧𝐬 ✩‧₊˚┆𝐇𝐞𝐞𝐣𝐚𝐤𝐞 ꒱

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Habia pasado solo un dia desde aquel candente encuentro, su mente no dejaba de pensar en la suave piel perfecta que había tocado, los suaves y carnosos labios que había besado, la hermosa fragancia que desprendía en cada parte del cuerpo.

Fue a su cuenta de Only Fans y pagó su suscripción mensual a la cuenta del rubio, aunque lo viera a casi todos los dias realmente no podía mirar mas allá y mucho menos masturbarse en el mismo café.

Mirando a través del contenido de Ikeu, vio fotos y videos cortos de diez segundos o menos que eran visibles solo para suscriptores, también algunas transmisiones grabadas.

Hizo clic en algunas fotos, todas eran extremadamente sugerentes. Algunos tenían a Ikeu acostado boca arriba mostrando su abdomen bien tonificado y su línea en V, rápidamente recuerdos vinieron a su mente del día anterior, de como aquella piel se sentía tan caliente ante el tacto, como era tan suave a pesar de tener buena musculatura.

Recordaba detalladamente los sonidos de sus gemidos tan cerca de su boca, como su cuello se marcaba rápidamente cuando lo mordía, y lo fascinante que era al momento de arquear su espalda a sus toques.

Heeseung se puso caliente rápidamente, pero ¿Cómo no hacerlo si el sujeto en su pantalla era jodidamente atractivo?

Siguió deslizando y encontró un video de diez segundos de duración, pero aun así tenía la polla de Heeseung retorciéndose en sus pantalones. Joder, ¿Alguna vez Heeseung quiso tanto ser un consolador de silicona?

Ikeu estaba revotando en un juguete de tamaño decente, con la punta de su polla húmeda mientras esta se balanceaba de arriba hacia abajo golpeando su abdomen, manchándolo en el proceso mientras seguía montando su juguete.

Subió el volúmen en su PC y mejoró aún más, lo que provocó que su pene manchara ligeramente sus pantalones de chándal, había pequeños resoplidos, gemidos y jadeos que sonaban levemente del hombre de cabello dorado, se reproducían uno y otra vez.

Admito que suenan tan excitantes pero la verdad, no eran nada a comparación de escuchar todo en persona, a centímetros del otro, y que seas tu y nada más que tu quien sea el que haya logrado hacer producir a la otra persona aquellos tan bellos sonidos.

— Joder. —Apareció ante él una de sus notificaciones favoritas de cada domingo en la noche.

Está transmitiendo en vivo.

Rapidamente entró y lo primero que vio fue a Ikeu sentado en su cama mirando directamente a la cámara mientras jugaba con las mangas de su camiseta.

—Lindo... —Susurro.

— Esperemos unos segundos para que se conecte más gente. —Dijo suavemente el de cabellos dorados mientras sonreía dulcemente.

Empezó a ser adulado por los extras en el chat e intentaba contestarles a cada uno, aunque fuera cada vez más difícil debido a que más gente hablaba más rapidamente.

Pasaron unos pocos minutos y volvió a hablar.

— Ya llegaron bastante, ¡Hola a todos! —Saludó.— Hoy tenemos un juguete nuevo.

Al mostrarlo rápidamente lo reconoció, Ikeu se lo había enseñado en el café, aquel vibrador que era extremadamente silencioso.

Ahora podía recordar que en cada transmisión usaba diferentes juguetes sexuales, cualquier hubiera pensado que lo compra con el dinero de las transmisiones o se los regalaban para publicidad.

Jodido Ikeu tramposo, él mismo los diseñaba para la compañía.

— Este lo ven muy normal ¿No? Pues es extremadamente silencioso —Procedió a encenderlo y efectivamente no se oía nada.— Ni yo lo escucho y lo tengo a centímetros.