La preocupación en el rostro de Yohana, no desaparece. Pero, al menos se ve más calmada. Por lo que, la abrazo sabiendo que no va a golpearme y ella corresponde a mi abrazo, llorando.
— Te quiero amiga y si he reaccionado de esta forma, es porque sé perfectamente cuanto daño sufriste con ese animal. — dice Yohana llorando y yo asiento.
— Lo sé, pero, es por eso, que me he atrevido a llamarlo. Sé perfectamente que son enemigos bastante complejos y solos no hemos podido acabarlos. Ahora es necesario la ayuda, aunque sea de mi propio enemigo.
>> Necesitamos su ayuda si queremos salir pronto y la tendré. Porque no importa que tan cerca tenga las elecciones o cuanto se interpongan en su camino, yo soy su prioridad. Lo demostró cuando fue a buscarme a España y lo mostrará ahora. estaremos bien.
— Ojalá sea así, Paulina. Porque estamos arriesgando demasiado. Las cosas no están bien, pero, es por eso, que no podemos complicarlo más.
— Lo sé. He tomado las medidas, no te preocupes.
— Me imagino que no quieres que los chicos sepan, ¿no es así?
— Eso es evidente. Si se enteran, se sentirán mal porque he recurrido a nuestro enemigo. Sería un golpe fuerte en su orgullo. Por lo que, lo mejor es que no le digamos.
— ¿Qué pasa si las cosas no salen como pensaste? — pregunta Yohana y yo suspiro profundo.
— Estamos en un lugar seguro. Estarás bien con tu pequeño, mientras nosotros nos encargamos de enfrentarlos, tanto como sea posible.
— ¿Nosotros? — pregunta Yohana y yo asiento — ¿Tienes pensado ser parte del enfrentamiento estando embarazada? — pregunta Yohana incrédula.
— Debo hacerlo.
— No te dejaran. Pablo sería capaz de cortarse lo más preciado que tiene, antes de permitir que hagas parte de la batalla.
— Sé que es así. Pero, no tendrá otra alternativa. Soy la causante de todo este encierro y es por eso, que debo ayudar en la solución del problema.
— No deberías disculparte tanto por lo que está pasando. Ellos fueron los que tomaron sus respectivas decisiones y te tomaron como objetivo solamente porque quiere algo de ti. Es normal que uno luche por estar a salvo.
>> Así que, no te sientas mal por haber luchado hasta este punto. Yo hubiese hecho lo mismo y estaría agradecida por estar acompañada de tantas personas valiosas. Aunque sé que estás agradecida, también comprendo que sientes mucha culpa porque todos nos encontramos encerrados.
— No es para menos, sabiendo que es mi culpa.
— Vuelo y te digo, la culpa es de ellos y también de nosotros por haber decidido ser parte de tu vida. Cada persona de la que está aquí es porque así lo ha decidido y nadie está arrepentido de ello.
>> Así que, deja a un lado la culpa y avanza. Tu bebé no merece vivir en un entorno donde solo sé siente hostilidad, por la culpa y remordimiento. Disfruta tu proceso y avanza. Te lo mereces. — dice Yohana acariciando mi rostro.
— Nos lo merecemos. — susurro y ella me abraza.
Este abrazo es diferente a la anterior porque me reconforta. Aunque me digo muchas veces que esto no es mi culpa, no puedo evitar sentirme así porque están aquí debido a su relación conmigo.
Sin embargo, me alegra saber que no me culpan por ello y que pronto les daré la solución tan anhelada que hemos estado esperando. Porque confío en que las cosas saldrán bien, porque Dios está de mi lado y también confío en la posesividad de José, que causará un gran daño en la realeza.
Las dos salimos de la habitación, encontrándonos a Pablo. Su rostro preocupado, cambia a uno de alivio cuando nos ve.
— Paulina, te he estado buscando por mucho tiempo. Me tenías preocupado, ¿Qué estabas haciendo? — pregunta Pablo y yo siento un dolor en mi pecho.
El solo pensar que lo que voy a decir, va a ser mentira hace que me sienta muy mal. Pero, me concentro en que es justamente lo que necesito realizar para que más adelante estemos tranquilos.
— Y estaba hablando con Yohana de nuestros embarazos. — Digo entrelazando mi brazo con el de ella.
— ¿Está todo bien? — pregunta Pablo, mirándonos a las dos.
— Sí, claro, ¿Por qué la pregunta? — pregunta Yohana
— No lo sé, se ven un poco sospechosas. — dice Pablo y nosotras nos miramos entre sí, para comenzar a burlarnos.
— No sé de qué hablas. Estamos solo conversando de lo que haremos con los bebés. Ya que, serán del mismo año, podrían tratarse incluso como hermanos. — dice Yohana y yo la observo unos segundos, para intentar descifrar si es una mentira o realmente piensa así.
La alegría me invade al no ver algún indicio de broma y Pablo se acerca tomando mi mano con emoción.
— Me alegra mucho que pienses así y no nos guardes rencor por lo que has tenido que vivir por estar con nosotros.
— Oye, aunque ustedes se conocen desde niños, yo fui entrenada para estar en todo momento a su lado — dice Yohana abrazándome con una mano.
— Lo entiendo, no necesitas ser posesiva.
— Ella es mía, Evans. Pero, sé que es feliz a tu lado y por eso, lo permito. Pero, conoce tu lugar, yo soy su chica, por lo que, donde ella este, yo estaré para ser su respaldo.
— Si que eres afortunada, Paulina, mi chica es tu respaldo, en cambio yo, estoy más solo, solín, solito, que Sid el perezoso de la Era de hielo. — dice Aidan con dramatismo
— No voy a permitir que con eso me manipules. Por mucho que quieras hacerte el dramático, no voy a colocarle Vegeta al bebé. — dice Yohana defendiendo su vientre y yo me rio por lo que acaba de decir Yohana.
'Me alegra que Pablo no tenga esas ideas extrañas' me digo mentalmente.
— Pero, cariño, ¿Por qué eres así? Paulina acepto que le colocaran al bebé Goku, sería bueno que nuestro hijo se llame Vegeta. Serán los super amigos. — dice Aidan y Pablo golpea su brazo, para que detenga su discurso, pero, ya es demasiado tarde.
'Cancelo lo que pensé anteriormente' me digo mentalmente
— Pablo Evans — susurro con voz fría.
— Cariño, no le creas. Es solo una broma para que Yohana ceda.
— ¡Por supuesto que no! ¡Tú alardeaste de eso hace poco! ¡Incluso hiciste que me sintiera celoso! — exclama Aidan y yo observo con los ojos entrecerrados al hombre que me sonríe, mientras acaricia su nuca.
— Bueno, es que es un nombre muy agradable, significa poder. Quiero que mi pequeño sea poderoso — dice Pablo y yo le sonrío.
— Y yo quiero a Inuyasha como mi protector y chico a mi lado, porque me gustan testarudos y musculosos, pero, sigo aquí contigo, Pablo. Es claro que ninguno de los dos tiene lo que quiere.
>> ¿Qué te parece si le colocamos Inuyasha Goku al bebé? Así, no soy mujer de Inuyasha, pero, mi hijo se llama como él. Cumpliríamos los dos un sueño grande — digo agarrando las manos de Pablo con emoción.
— En tus sueños. Se cancela el nombre de Goku e Inuyasha, ningún hijo mío tendrá el nombre de alguien que te gusta por muy personaje animado que sea — dice Pablo con seriedad y yo miro hacia Yohana sonriendo.
Si algo tienen Pablo y José en común, es lo posesivo y celosos que son.
ESTÁS LEYENDO
¿Quién eres? (2da parte de Ella es mi Medicina)
FanfictionMi mundo es un completo enredo, lo último que recuerdo es estar colgada de un árbol debido a un paracaídas. ¿Salte? No sé ¿De donde? tampoco y ¿Por qué? menos. No se donde estoy, tampoco se quien soy ni mucho menos quienes son ellos. Soy yo -dice ab...