Capítulo 14: Archivos

53 6 0
                                    

Narra Pablo

— Porque te amo— digo mientras busco con estas palabras ablandar un poco los muros que ha creado hacia mí — y por ese amor te digo que no temas de mí o dudes de él, porque yo pienso cuidarte y amarte hasta el fin de mis días. Aquí estoy para ti solo déjame entrar en tu vida, dame esa oportunidad.

—Paulina: El problema es... —dice mirándome fijamente— que no te quiero en la mía

Y siento como un fuerte dolor se apodera de mí. Dicen que las palabras duelen más que los golpes y hoy he comprobado ello.

Sin tocarme supo cómo lastimarme.

—Brian: ¿Señor? — dice extendiéndome un teléfono —el señor Harry acabada de llamar.

Reacciono a lo que me dice y lo tomo mientras seco mi mejilla izquierda, quien sin darme cuenta había sido mojada por una lágrima que salió sin previo aviso.

Asiento y contesto—: ¿Qué sucede?

—Las acciones de tus empresas están bajando muy rápido. Un problema nuevo paso y...— dice Javier inmediatamente.

—Lo sé, volví a confiar en quien no debía.... En Charles— respondo

—¿Cómo lo s...? — responde.

—Ahora eso es lo de menos, estaré allá lo más pronto posible— digo cortando la llamada.

Suspiro mientras pienso en todo lo que se me vendrá. Por cometer el mismo error de siempre.

Confiar en quien no debía.

Una mano palmea mi hombro y la verdad es que me alegra saber que el mundo no está lleno de basura humana, que por lo menos de cien millones de basura humana, hay uno que se salva.

Y justo en estos momentos me alegra tener a cuatro de esas grandes personas conmigo.

—Dale tiempo— dice Fred y yo suspiro frustrado.

¿Más de lo que le he dado? —pienso pero no quiero decirlo.

Así que opto por masajear mi cien

—Sé que esto es difícil para ti, pero también debes de ser consciente de que ella confiaba en Charles y la traiciono, por sufrir de amnesia no sabe quién eres. Por lo que seguramente solo te relaciona como el amigo de Charles....

—Pero no es así— digo indignado

—Es cierto, pero eso ella no lo sabe. Ahora mismo debe de estar desconfiando de todo y de todos. Lo poco que conocía le falló y lo demás no lo recuerda.

Suspiro frustrado.

— Solo a mí me pasa todo esto— murmuro.

—Quizás, pero también debes de reconocer que eso nadie lo vio venir— responde Fred.

Sonrió y respondo—: ¿Alguna vez te han dicho que eres pésimo dando ánimo?

—No soy perfecto, así que perdóname esta. — dice imitando a él gigolo de Aidan. — ahora vamos que tenemos que arreglar lo de las empresas —dice volviendo a la seriedad.

— Sabes perfectamente que no dejare a Paulina sola y lo sabes— digo seguro.

— Lo sé. Pero no la dejaras sola. La dejaras bajo mi cuidado— responde seguro.

—Pero...— digo pero soy interrumpido.

— Pero nada. Necesitas solucionar estos problemas que tienes. No los puedes ocultar o evitar.

— mi problema con Paulina tampoco lo puedo evitar o ignorar— respondo

— Es cierto. Pero mientras le das tiempo puedes ir solucionando aquello — abro la boca para protestar pero nuevamente soy silenciado antes de que pueda hablar— nada de excusas.

¿Quién eres? (2da parte de Ella es mi Medicina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora