Capítulo 35

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-Finalmente le pediré que sea mi esposa, qué opinas al respecto señorita. - Sonreí escuchando los balbuceos de Lía quien se reusaba a cooperar para ponerle un vestido, era más fácil limpiar un arma que ponerle ropa a un bebe y nadie me sacaría de ese pensamiento.

Había planeado este día desde el nacimiento de Lía, quería oficialmente ser una familia, era raro presentarla como la madre de mi hija y no poder decir esposa.

El tiempo había pasado volando, las noches de desvelos se habían vuelto parte de nuestra rutina, mi hija era un ángel como su madre durante el día, pero en la noche se convertía en un demonio, era la mezcla perfecta de ambos sin duda.

Descubrí que lia estaría sumamente interesada en los negocios de la familia, ella tenía un carácter fuerte, tan solo 6 meses de edad y ya sabia como manipular a sus tíos a la perfección.

-Por dios Lia déjame ponerte este vestido, hoy es un día importante y papi quiere de tu ayuda. - Unos balbuceos y un rabieta fue lo que conseguí, tuve que ceder a ponerle el vestido que tenia sujetado en sus manos... ya que al parecer no teníamos los mismos gustos.

-Bueno hermano tu hija sin duda es una mini copia tuya solo que disfrazada con el carisma y belleza de mi cuñada... joder esa niña me tiene como su esclavo y ni al año llega. -

-Era cuestión de tiempo, esta mocosa es la primera en todo... primer hija, primer sobrina, primera nieta. - Sonreí mientras pasaba a Lia a los brazos de mi hermano Daniel.

-Pero quien soy yo para resistirme a la hermosura de sobrina que tengo, muero por que sea mas grande y pueda viajar. -

-También lo deseo tanto, es increíble que ya hallan pasado 6 meses, ella sigue sorprendiéndome cada día, Susan esta haciendo un maravilloso trabajo en ambas partes. -

-Te dije que ella seria la clave en la familia, te iba a desaparecer si la dejabas. -

-Me enamoré de ella desde el primer momento en que la vi en ese salón de clases, todo ha valido la pena. - Sonreí recordando aquel día, la apuesta de convertirme en Profesor había sido la mejor inversión.

-Bueno tenemos que darnos prisa hermano, la familia esta reunida y mi madre esta por llegar con Susan.

Sonreí mientras me aseguraba de tener todo lo que iba a usar... estaba tan nervioso, tomé mi celular para revisar los mensajes de mi futura esposa.

-Tu madre si que sabe hacer un día de chicas, creo que se gasto la mitad de tu herencia ya. -

-Y espera a que empiece a malcriar a lia con sus regalos extravagantes. -

-Acaso puede ser más? -

-Aun no conoces ese lado de ella. -

- ¿Estamos llegando a la casa, esta todo bien? -

-Porque no lo estaría amor? -

- ¿Lucen todos raros, subiré a verte, estas en la recamara? -

-Ven al patio. -

-Okey Profesor. - Bajo el cielo estrellado, el jardín iluminado solo por la luz de la luna y las velas parpadeantes daba un toque de lo más romántico el amor de mi vida estaba en medio con un gran ramo de rosas rojas y una mirada llena de emoción.

-Qué te parece. - Sonreí besando sus labios ligeramente dándole el ramo de rosas.

-Luce muy hermoso todo, pero a que sé debe todo esto. - Pregunte curiosa mirando como nuestra familia entraba al jardín, hasta que mi hija robo mi mirada, ella estaba en los brazos de su abuela, pero tenía un letrero con una frase que hizo volar mis sentidos. "Papi quiere decirte algo"

Cruzando limitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora