Cap 24

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Estos últimos meses habían sido los mejores hasta ahora yo realmente no esperaba enamorarme como lo había hecho de esa señorita, la relación entre ambos había tenido mucho más química, hasta ahora cada fin de semana lo pasamos juntos teniendo citas y magníficas sesiones de sexo. La fiesta de su cumpleaños improvisada fue extraordinaria, la presente como mí novia futura señora de Kenoci... Había planeado tanto está fiesta para que fuera perfecta... La verdad tenía miedo de que esto se colara en la universidad... Pero estaríamos tan lejos... En la bella Australia, no creía que las cosas corrieran tan rápido, ella estaba a menos de 1 año en finalizar, podíamos con ese tiempo... Pero todo eso paso a segundo plano, el ambiente nos terminó envolviendo y terminamos huyendo de la fiesta para ir a un hotel a saciar las ganas, perdí la cuenta de cuántas veces hicimos el amor... Estaba tan borracho que olvide usar un preservativo, la verdad cuando ella pregunto si lo puse bien... Solo dije que si por inercia, la verdad estando dentro de ella me desconectaba, tampoco me preocupo tanto ya que ella tomaba sus pastillas.

Pasamos una semana más recorriendo la bella Australia, también aproveché para cerrar muy buenos tratos de inversión, cuando llegamos a la ciudad fue un completo caos, tenía demasiado trabajo escolar que apenas pude verla en lo que fue todo un mes, solo llegaba a casa a dormir y acurrucarme, la verdad no me quejaba, había adquirido esa necesidad de tenerla conmigo para sentirme en paz. Hoy me había levantado con mucho más ánimo, hice un poco de ejercicio, incluso salí a trotar. Estaba pensando en que las cosas iban avanzando tan bien... Y tenía esa idea de nuevo, quería dejar de dar clases, pasar unos meses a escondidas y después dejar de ocultarnos. Deje de pensar un poco y regrese a la recamara, sin duda me había acostumbrado tanto a ver su rostro recién levantado.

-Buenos días, cariño, como dormiste. - Me senté al borde de la cama para dejar un beso en su frente.

-Dormí muy bien...después de hacer el amor siempre duermo de maravilla. - Sonreí mientras me sentaba y entrelazaba nuestras manos.

-Eso es música para mis oídos. - Deje un beso sobre su mano mientras la miraba a los ojos... Esos ojos dónde me perdía profundamente...donde me volvía tan vulnerable, pero me desestabilizó cuando se levantó corriendo de la cama directo al baño.
-Cariño estás bien, abre la puerta. - Corrí directo en su dirección, pero ella cerró el baño...estaba devolviendo.

-Estoy bien... No quiero que me veas así. - Dije agarrando todas mis fuerzas, últimamente había tenido náuseas matutinas, talvez lo que cenaba me caí muy pesado, después de un rato pude salir del baño...había literalmente vaciado mi estómago.

-Segura que estás bien, me preocupa que estés enferma. - La sujete de la mano mientras caminamos de vuelta a la habitación.

-Tranquilo también me preocupo, iré al rato al médico. - Sofí me había hecho el favor de agendarme una cita con un amigo de ella en la clínica central, tenía la cita para después de medio día, lo cual me impedía asistir a clases.

-Bien cancelaré mis clases y yo te llevo. -

-No, tienes las pruebas pendientes y no quiero que te atrases más, además necesito que justifiques mi inasistencia. -

-Bien tu ganas, pero le pides a George que te acompañe y me tenga informado. -

-Claro mi amor, ahora iré a preparar el desayuno, tu apresúrate a alistarte. - Le sonreí mientras me dirigía a la cocina, busqué mi celular y mandé un mensaje a Sofí.

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Susy Boo
-De nuevo tuve náuseas, me siento fatal. -

Sofi Boo
-Tengo tu cita ya, tienes que estar en la clínica a la 1:30 pm, tú crees que estás... Ya sabes. -

Susy Boo
-Te he dicho que siempre nos cuidamos. -

Sofi Boo
-Vale, bueno suerte en tu cita... aunque las pastillas suelen fallar y los condones pueden romperse. -

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Este tema sin duda me había puesto más nerviosa...así que ya no conteste nada más.
Pero no podía sacar ese pensamiento de que pasaría si estaba embarazada, negué reiteradas veces queriendo darme tranquilidad, aparte de mi mente y me concentré en el desayuno y el almuerzo para Ricky.

-No sé lo que estás preparando, pero tiene un aroma exquisito. - Caminé en su dirección para envolverla entre mis brazos.

-Preparé tocino, pan tostado y unos huevos con zanahoria, calabaza y tomates Cherry, para tu almuerzo hice una pasta, acompañada de verduras salteadas y aderezo. - La verdad el tiempo que trabaje en el restaurante valió la pena.

-Estoy realmente satisfecho en tenerte en mi vida, haces que todo se vuelva especial y mágico. -

-Tú y yo somos un equipo perfecto. - Sonreí mientras le guiñaba un ojo coquetamente.

-Claro que mi amor, pero, vamos pequeña que sucede. - La giré para poder mirar su rostro realmente se miraba fatal.

-Yo...quiero que me digas que si siempre has usado preservativo cuando estamos juntos. - Ufff sé sintió bien decirlo en voz alta.

-Claro que siempre he usado preservativo, después que dejaste en claro que las pastillas pueden fallar te hice caso mi amor, tranquila pienso que algo debió caerte mal. - Por dios un bebé... Sabía que no lo dijo directamente, pero esa posibilidad de un embarazo estaba presente. No estaba listo para eso... Pareciera que nunca estaría listo para eso y menos ahora no que nuestra vida comenzaba a encajar.

-Tienes razón... Bueno me siento más tranquila, sé que mi periodo se va por las hormonas de las pastillas así - Deje salir un gran suspiro mientras me apoyaba en su pecho.

-Todo estará bien nos tomaremos unos días, hemos estado con demasiado estrés. -

-Si talvez sea eso, bueno ten que se te hará tarde, te amo.-Sonrei al apartarme de él y terminar de guardar su lonche.

-Te amo cariño nos vemos en la tarde para cenar te parece.- Bese su frente mientras recibía un asentimiento por su parte.

-Te escribo para encontrarnos.- Sonreí mientras lo miraba irse... Tenía tanto miedo que algo hubiera fallado... Yo a veces olvidada las pastillas, pero el siempre usaba protección así que debía de estar más tranquila que talvez tendría una anemia por falta de una buena y balanceada comida...

O definitivamente estaba embarazada...

No definitivamente una anemia...

Cruzando limitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora