Cruzando limites

Cap 2

Los siguientes días fueron de lo más tedioso, por más que trate de arreglar mi metida de pata con aquella chica ella solo se limito a ignorarme y decir que solo habláramos si se relacionaba con la clase.

Intento tras intento solo me dejaba con la palabra en la boca.

-Señorita Santi...- De nuevo habia pasado, se había marchado.
Realmente quería hablar con ella, más bien lo necesitaba, había hecho el maldito hábito de escapar, trataba de hablar con ella después de clase, pero solo dejaba materiales o listas escolares y salía corriendo, o sus amigas me abordaban con preguntas referentes a las clases para que ella pudiera pasar e irse corriendo.
Estaba frustrado porque no podía disculparme, también reconozco que quería tenerla cerca, escuchar su voz, mirar aquellos hermosos ojos y mirar sus perfectos labios que cada día me tentaban a probarlos o simplemente mirarla... Mirarla hasta ponerla nerviosa...
Hoy no sería la excepción, buscaría la manera en tener unos minutos a solas.
Había planeado una pequeña excursión al museo de historia, tenía todo planeado ya solo era cuestión de dar la noticia a los alumnos y platicar con ella respecto a lo que se realizaría ese día.

-Buenos días jóvenes, el día de mañana iremos a una excursión al museo de historia, el director Northon acepto, recorrí sus horas dejando las mías al final del día.-
Sonreí complacido al mirar los rostros emocionados...con excepción de uno, pero no se miraba molesta, más bien preocupada.

-Les recuerdo que ese viaje contará como su asistencia del día de mañana y formará el 25% de su proyecto y no se aceptan excusas.-
Al parecer nadie estaba encontra de aquello, por un lado senti que ese podía ser mi método de clase para que no fuera tan aburrido.

-Señorita Santillan podría ir a mi oficina después de su última clase necesito hacer el itinerario para sus compañeros.- No espere a su respuesta solo me gire y escribí en el pizarrón...no necesita una excusa...la necesitaba a ella.

Los días habían pasado volando y sinceramente estaba perfecto, las cosas con el profesor Kenoci se volvieron algo tensas y por consejos del profesor Evans dijo que le ignorara, era normal según el que se comportara de esa manera debido al ego tan grande que tenia.
Talvez con el pasar de los días todo volvería a la normalidad, teniamos que hablar algún día, después de todo el era mi profesor y yo su alumna.
Escuché la campana sonar, dando a entender que las clases estaban por comenzar, así que me apure a dejar las listas y los oficios que debía entregarle y como toda una loca corrí directo a mi asiento y cómo era costumbre ya, una vez lo mire entrar al salón baje la mirada al suelo y no le mire más...hasta que dijo lo de la excursión, debido a mi trabajo después de la escuela yo tenía un acuerdo con la profesora Nataly quien impartia la clase de filosofía, ella me dejaba salir temprano los miércoles para ir a mi trabajo a tiempo y yo el viernes entraba a sus clases a primer hora con otro curso, además que le ayudaba con el papeleo de su oficina, me preocupe cuando el Profesor menciono lo del proyecto final de alguna manera sentí que era su manera de hacerme sentir precionada... Talvez el sabía mi acuerdo con la profesora y quería que ese fuera el tema para charlar pero no, no quería, más bien no podía hablarle, de alguna manera me ponía nerviosa con tan sola su presencia ...hablaría con mi jefe de recorrer mi turno...o incluso trabajarlo doble el fin de semana.
Todo era mejor...todo menos hablar con mi profesor.
Por alguna razón me sentí incómoda...verme después de clases...

Había tenido un loco sueño hace unos días...El profesor Kenoci me acorralaba en su oficina mientras me besaba y me tomaba sobre su escritorio...sentía sus manos recorrer mi cuerpo y cuando iba a esa zona mi alarma me despertaba, no sabía si era un sueño o una pesadilla...lo peor de todo es que yo deseaba que el sueño durará más... deseaba sentir sus manos por mi cuerpo.

Las clases se fueron volando para mí desgracia, me encontraba caminando por los pasillos de las oficinas escolares...quize huir pero no podía, además tenía que hacerlo rápido para ir a mi trabajo.