Cap 30

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Pasamos la tarde hablando tranquilamente hasta que la noche comenzó a caer.

-Tengo que ir al departamento, los chicos están preocupados porque no dejan de llamar. - Sujete su mano firme mientras intentaba levantarme.

-Quiero que regreses conmigo justo ahora. - Sujete su rostro con mis manos para pegar nuestras frentes.

-No puedo irme ahora. - Roce mis labios con los suyos.

-Por favor te necesito, no sabes cómo es dormir sin ti. - La necesitaba conmigo en nuestra casa, no estaba en mis pensamientos irme nuevamente solo.

-Entonces quédate. estoy a meses de graduarme y de dar a luz, definitivamente no viajare en mi último trimestre. - Acaricie su barbilla ligeramente, se notaba que la había pasado mal en estos meses.

-Perfecto, pero no regresas a ese departamento. – Susurre en sus labios mientras acariciaba su rostro.

-No puedo dejar a Robert tirado así. – Realmente había pasado los peores días a mi lado, después de todo se había comportado como el hermano mayor.

-No dije que no lo quería cerca, tengo que agradecer que cuido de mi mujer y mi hija, después de todo es mi amigo. - Tampoco era un hijo de puta como para privarla de su amistad, el cabrón era importante para ella y me mantenía tranquilo, después de todo ya le había hecho una beba y era mía.

-Sera una sorpresa tu visita... solo no compres una casa extravagante. – Sabía muy bien los gustos que tenía y que buscaría algo grande para vivir.

-Nunca dije que compraría una casa. - fingí indignación mientras me llevaba una mano al pecho exageradamente.

-Quiero una casa sencilla para estos meses solamente, lo digo enserio. – Le mire seria por un momento hasta que ya no pude contener la sonrisa.

-Tengo una propiedad aquí nena... una casa al estilo Kenoci, llamare a mis hermanos han estado preguntando por ti. – Sonreí mientras ella solo negaba divertida... al parecer comenzaba a hacerse a la idea de su futuro estilo de vida.

-Tu padre fue el que me encontró verdad. – Pregunte curiosa jugando con mis manos.

-El me dio el indicio de donde buscar. - Mi padre sabía que estos territorios no eran del todo seguro así que él puso la vigilancia sobre la madre de su nieto... bueno su nieta, se volvería loco con la noticia.

-Perdón por dejarte fuera de estos meses. - Susurre nuevamente, jamás podría compensar aquello, pero lo hice por el bien de ambos.

-Tranquila nena fui un idiota, uno cosecha lo que siembra, además con nuestros futuros hijos no me perderé de nada. - La idea de una familia grande estaba latente en mi mente.

-Deja que la primera nazca a ver si deseas más hijos. – Rei acariciando mi vientre.

-Parare hasta que te haga gemelos. - Realmente deseaba llegar a tener un par de gemelos, dentro de mi familia existía la gran posibilidad.

-Estás loco. - Tome su mano entrelazándola junto a la mía... había extrañado esa sensación.

-Loco por ti preciosa, estaba a nada de hacer que el mundo conociera mi apellido si no te encontraba antes de que ella naciera... eres mi maldito vicio y créeme que hare cualquier cosa por proteger a mi Reina y mi pequeña Princesa. – Era cierto que mataría por ella... era un asesino después de todo y para mantener a mi familia a salvo haría las cosas más inhumanas.

-Creo que ya no me aterra la idea de que seas parte de la mafia... tampoco me agrada la idea de que seas un asesino, pero también estaría dispuesta a ensuciar mis manos si hacen algo en contra de mi familia. - Comencé a caminar en la dirección del departamento.

-Jamás dejare que pase nada eso te lo prometo, eso sí tendrás que salir con seguridad ahora, recuerdas cuando te dije que no quería un punto débil, bueno era por mis enemigos, unos cuantos saben de la existencia de un heredero, algo que tengo que solucionar después de que ella nazca.

-Tu padre estará contento con que sea una niña... sé que siempre buscan un niño para el linaje de la familia. - Admití mientras el detenía su andar.

-Créeme que estarán contentos... las niñas son el punto débil de todos, además mi hija será perfecta, así como su madre y con el poder de su padre será inalcanzable. -El viejo moría porque ya te encontrara, temía que no quisieras que ella formara parte de mi mundo. -

-Bueno ella será dueña de su vida así que en un futuro podrá decidirlo... ya les dijiste que es una niña? - inquirí curiosa.

-Apague el celular para que me dejaran en paz un momento, pero si quieres les llamo y le dices la noticia. - Saque el celular de la bolsa de mi saco para dárselo.

-NOOO. - Retrocedí unos pasos por inercia. -No quiero decirles. -

-Que? - Pregunte con el ceño fruncido por la confusión.

-Obvio si quiero decirles, pero no así por una llamada. - Dije acercándome a él esperando a que me envolviera en sus brazos.

-Nena dilo rápido que me confundes. -

-Planeaba hacer una fiesta de revelación de sexo, están de moda y quiero hacerlo para la familia y amigos. -

-No crees que es algo innecesario, lo veo muy absurdo, les decimos así directo, podemos hacer el esfuerzo de una cena y listo. - Y el señor Kenoci cegándola como siempre, ella se soltó de mí y comenzó a caminar sola alejándose de mí, "Está embarazada idiota" me regañe a mí mismo.

-Suélteme. - Dije molesta tratando de zafarme en su agarre.

-Perdón... haremos lo que quieres Princesa. - Dije mientras trataba de apegarla a mi tratando de no reírme.

-Lo que yo quiera? - Murmure aun molesta.

-Si princesa mía. - Dije riendo ligeramente... es que verla en ese modo me causaba ternura.

-En primera soy tu puta reina y en segunda quiero una maldita fiesta digna de un hombre de la mafia y si te sigues burlando puedes regresar a tu casa. - Odiaba que fuera enorme y me sacara mucha ventaja.

-Es divertido verte en este modo... me excita que me hables en ese tono, seré su esclavo reina mía, usted solo exija y yo obedeceré. - Apostaba que esos cambios eran debido a las hormonas.

-Perfecto, ahora llévame a casa que tu hija hará que me haga pis. –

¿Estaba dispuesto a todo esto?... Claro que lo estaba, deseaba vivir cada día al máximo disfrutando de cualquier cambio de humor de mi dulce reina, tenia tanto en lo que pensar ahora sabiendo que teníamos un futuro.

Cuando la lleve a casa su mejor amiga me dio una bofetada tremenda que jamás olvidare... La verdad lo merecía por ser un idiota y ella fue la única que se atrevió a decirlo, después tuvimos una gran charla referente a que tenía una casa más amplia donde todos estarían cómodos, Evans sabia la situación del porque necesitaba que estuvieran seguras.

En menos de tres días estábamos en la nueva casa, cada uno tenía una habitación amplia, lo que más adoraba era despertar y darle los buenos días a mis dos amores... aunque al parecer me volví la persona que más irritaba a Susy ya que hasta parecía que le molestaba si respiraba, era divertido pero verla enojada si era algo que temer, estuvimos planeando la dichosa fiesta a lo que se había resumido en algo íntimo y familiar, le tuve que explicar por qué no podíamos llamar la atención y le prometí que en cuanto regresáramos a casa con nuestra hija haríamos una fiesta inolvidable para presentarla.

También hablamos respecto al nombre lo cual me dejo escogerlo por los meses que estuvimos separados, la verdad no tenía que pensarlo mucho, "LIA" igual que la madre de Susy... obvio que ella se negó al decirme que podía elegir cualquier otro sin tener que involucrar a la familia, pero la verdad era un honor que mi hija llevara el nombre de una mujer fuerte... así como el de su abuela.

Cruzando limitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora