CAPÍTULO 8

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Oriana Sabatini

Durante todo el entrenamiento Dybala no la dejaba de mirarla ni de sonreírle, ¿Qué quería? La verdad es que a Oriana le gustaba que le prestara atención, pero siendo totalmente realistas prefería ignorarlo, ya que sabía que ella nunca iba a ser algo serio para él, por eso prefería no sufrir.

Al terminar la cobertura del entrenamiento, decidió salir rápido para ni siquiera encontrarse con Paulo, pero él había sido más rápido que ella y se acercó a saludarla. Oriana se maldecía por dentro, y pensaba que no quería hablar con él, por lo que decidió contestarle lo más fría y secamente posible, aunque le costaba horrores hacer eso, hasta lo dejo plantado y bastante desconcertado.

Iban en el auto, camino al hotel, Oriana seguía un poco enojada, porque el estúpido de Mateo estaba coqueteando con Gabriela en la parte de adelante del auto como si de verdad él quisiera algo con ella. Además, también Ori estaba enojado por el tema de Paulo, ósea quería, pero no podía. Fabián a todo esto notaba el estado de ánimo de ella, pero prefería callarse.

Llegaron al hotel, por lo que decidieron meterse en la habitación de Fabián, y ponerse a realizar el trabajo. Notaba como el idiota de Mateo la miraba, pero ignoraba todas sus miradas, pero no era la única que lo notaba, Fabián también se daba cuenta. Oriana hacia su parte rápidamente para poder irse a su habitación ya que estaba bastante incomoda y enojada a la vez.

Llegó a su habitación y se sentó en uno de los sillones pequeños que estaba en su cuarto, prendió su computadora y puso algo de música como para relajarse. Como no tenía nada que hacer, se puso a editar las fotografías que había hecho el día anterior. Hasta que vio una foto que le había hecho al futbolista sin que se diera cuenta, salía muy hermoso, pero claro si era hermoso. Parecía un buen hombre, pero... siempre había peros y estar con él era algo totalmente imposible. Tocaron la puerta de la habitación haciendo que Oriana salga de ese trance, se acerca a la puerta y esta vez preguntó quién era, era Fabián, por lo que decidió abrirle.

- Ori, ya me podes contar que carajo te pasa, no te veo como siempre. – Le dijo nada más al entrar a su habitación y se sentó donde hace un momento estaba ella.

- Uff varias cosas. – Contestó ella y se sentó al lado de él.

- Dale arranca a hablar.

- Bueno, resulta que ayer por la tarde cuando vos te fuiste, me fui a recorrer la ciudad y en un momento me quedé en la parte del lago, mientras hacía algunas fotos me encontré con Paulo por ahí, estuvimos hablando un rato y le mostré algunas fotos. Pasamos un rato muy agradable. Además, esta mañana no paraba de mirarme y sonreírme, al terminar el entrenamiento se me acercó a hablarme, pero le conteste medio cortante. Y la razón por lo que hice eso es porque me gusta, pero él ya tiene novia, y sé que si me acerco mucho voy a terminar sufriendo y no quiero pasar por eso. – Le contaba Oriana a su amigo.

- Ay Orianita, con la cantidad de hombres que tenemos en este mundo, vos vas te fijas en el que ya está en pareja. – La abrazaba.

- Pero eso no es todo, hay más, ¿te acordas que ayer abrace como gesto de agradecimiento a Mateo? – Fabián asentía – Bueno como vi que a Gabriela le había molestado eso, fui a hablar con ella, quedamos y me confesó que a ella le gustaba mucho Mateo, y le aseguré que yo no quiero nada con él. Entonces me volví a mi habitación, y al rato de la nada vino Mateo diciéndome que notaba que yo gustaba de él y quería darme una noche de placer, ya que, a pesar de estar peleado con Gabriela, yo también estoy buena y no sé qué bosta más. Y hoy viste como me estaba mirando Gabriela, como si nada. – Cuando Oriana termino de hablar, noto el rostro de sorpresa de su amigo.

- Que fuerte todo, yo que vos hablo con Gabriela. – Le contesta Fabián.

- No puedo, es la palabra de Mateo contra la mía.

- Tenes razón, pero mira, vos ignóralo y Gabriela tarde o temprano se va a dar cuenta de cómo es su enamorado.

- Tenes razón.

- Si, por cierto, ¿bajamos a comer algo? Estoy muerto de hambre.

- Si, yo también estoy con mucho hambre. Pero no me quiero sentar con Gabriela ni con Mateo.

- Dalo por hecho.

Paulo Dybala

Se había quedado como un boludo mirando cómo se iba Oriana. ¿Qué bicho le habrá picado a esta? Él no le había hecho nada, definitivamente no entendía a las mujeres. Así que Paulo reaccionó y se volvió para los vestuarios. Se dio una ducha y se cambió con ropa limpia.

- Ei Joya! Que te anda pasando, estas muy serio. – Le pregunta el Dibu Martínez.

- Bah, no es nada.

- Eso tiene pinta de mal de amores. – Le dice De Paul poniéndose al lado de él.

- No todos los males, son provocados por mujeres. – Contestó Paulo enojado. Sus compañeros eran muy buena gente, pero también eran bastantes chismosos.

- Deci lo que quiera, pero la mayoría de problemas que tenemos los hombres la culpa la tiene una mujer. – Decía Enzo Fernández metiéndose en la conversación.

Paulo ya estaba en su habitación de la residencia descansando, esa tarde tenían de vuelta que entrenar, pero esta vez era a puertas cerradas, por lo que no iba a poder verla. A todo esto, estaba viendo la televisión, dejando en un programa deportivo qatarí que no entendía nada de lo que decían. Cuando de pronto le comenzó a sonar su celular, era Antonella, justamente ahora no quería hablar con ella. Pero de igual manera decidió contestarle, apenas hablaban, le había contado que iba a venir a Qatar a verlo jugar el primer partido del Mundial. Mientras tanto Paulo no le había dicho nada de lo que sabía y de la decisión que había tomado, eso era un asunto que era mejor hablarlo cara a cara.

Entra de pronto en la habitación su compañero y amigo Paredes y le avisa que baje con el resto del equipo a la sala de estar que iban a jugar un campeonato de truco y de play. Paulo termino aceptando sumarse al torneo de play ya que sabía jugar mejor que al truco.

Oriana Sabatini

Se había pasado la tarde con Fabián en la pileta del hotel, habían hablado de todo y disfrutaron de las vistas no solo de la ciudad, sino que enfrente tenían a dos chicos que estaban buenísimos, pero tristemente habían llegado sus novias. Todos los lindos siempre están en pareja o son gays. Para Fabián que fueran gays ya le venía bien, pero a ella no. Y en ese sentido, Fabián hoy tampoco tuvo suerte, el bañero, un moreno, alto, con un cuerpo perfecto y todo trabajo, le había dado su número a su amigo.

Su amigo estaba súper alegre, se fueron a las habitaciones, se pegaron una ducha y se cambiaron de ropa, para ponerse a ver un partido cualquiera del mundial. Fabián seguía alegre charlando con el bañero y Oriana se alegraba mucho por él, al menos a uno de los dos le iba bien en esto del amor.

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Buenas, acá les dejo un nuevo capítulo...

Espero que les guste y me gustaría si conocen a fans Dybatini y les gusta las fanfics que recomienden las mías.

Besos y gracias por el apoyo <3

LA CÁMARA Y LA PELOTA - Oriana Sabatini & Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora