CAPÍTULO 38

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Paulo Dybala

Al fin el día que tanto había esperado llegó, hoy se casaba, todo estaba preparado y listo para la unión con Oriana. Estaba demasiado nervioso, hoy era el día más importante de su vida, se casaba con la mujer que amaba. Ya quería verla, porque anoche ella se fue a dormir a una de las casas de sus amigas donde iban a hacer una especie de pijamada o algo así. Paulo se quedó en la casa, aunque no se aburrió porque algunos de sus amigos llegaron de sorpresa a su casa con cervezas y algo para comer, se pusieron a jugar a la play, y así pasaron la noche.

Por suerte la boda era por la tarde, así que cuando se despertó sus amigos huyeron de la vivienda del jugador, para así quedarse solo. Aunque en un rato iban a llegar sus padres y sus hermanos, su madre no paraba de repetir lo contenta que estaba y lo bien que le caía Oriana. Cuando quedaba menos de una hora, todos emprendieron viaje hacía el lugar donde se iba a celebrar la boda.

La pareja había decidido celebrar la boda en España, más precisamente en Pozuelo, una zona de Madrid, la cual tenía unos hermosos jardines y sectores para poder casarse. Todo estaba muy hermoso, y cuando llegaron estaban casi todos los invitados esperando, solo faltaba que llegara la novia.

Oriana Sabatini

Después de la pijamada de amigas, se despertaron demasiado tarde. Las amigas de Oriana se fueron a la peluquería y a arreglarse para la noche; mientras Oriana se iba con sus padres también a prepararse. Sus padres no paraban de felicitarla y decirles lo orgullosos que estaban de ella. Comieron en familia, sus padres, ella y la hermana.

Después de comer y charlar un poco, Oriana se metió rapidísimo a la habitación para arrancar a prepararse, se puso el vestido de novia, para después viniera la peluquera y le hiciera algunos retoques en el peinado, el maquillaje para terminar de dejarla hermosa. Para llegar al final verse al espejo y estar conforme con lo que hicieron. Cuando Oriana estuvo lista, las damas de honor llegaron a la casa y le empezaron a dar algunas cosas que tenía que llevar la novia. Eran las típicas amigas que les gustaban seguir tradiciones. Gabriela le dio un collar con un corazón azul, por eso que dicen que hay que llevar algo azul; Florencia y Solana le dieron una pulsera de plata con las iniciales grabadas y un infinito, haciendo referencia a algo nuevo; y su madre, los aros que había usado ella cuando se casó, una cosa vieja.

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Oriana había llegado a los jardines donde se iba a celebrar la boda, por lo cual ya se estaba poniendo nerviosa de vuelta, su padre estaba al lado de ella para tranquilizarla con algunas palabras.

- Hijita, sabes que no soy de hablar mucho yo, pero Paulo te ama un montón, al igual que vos a él, tenes que relajarte porque hoy como todos los días de tu vida ese hombre te va a dar la felicidad que te mereces, y si no es así, yo me voy a encargar de que lo sea.

A Oriana le llegaron esas palabras de su padre, por lo que lo abraza muy fuerte.

- Muchas gracias papá. – Le susurraba en el oído.

A los minutos comenzó a sonar la música de entrada, y cuando vio a todas las personas que quería y al amor de su vida esperándola, no pudo evitar emocionarse. Cuando llegó al lado de Paulo, se contuvo las ganas de besarlo ahí nomás. Él le sonría al verla y le susurraba lo hermosa que estaba. El cura comenzó a hablar y a hablar, mientras que Oriana estaba en una nube, solo pensaba en Paulo y en que nada iban a estar casados. Había llegado el momento del ¡Sí, quiero!, los padrinos de la boda comenzaron a leer algunas palabras, para después Paulo y ella leyeran cada uno sus votos.

Empezaba Paulo: "Oriana, amor mío, te amo y te quiero, sos lo mejor que me ha pasado en mi vida. Deseo pasar el resto de mi vida a tu lado, siendo felices y llegar a viejitos juntos. Aún recuerdo aquel momento en que nuestras miradas se cruzaron por primera vez y desde ahí no pude olvidarme de tus ojos nunca más, recuerdo cuando hablamos por primera vez y tu voz se convirtió en mi canción favorita, recuerdo cuando nos besamos y el sabor de tus labios quedó impregnado en los míos. Pero amor, para mí, siempre es como la primera vez con vos, y quizás no sienta lo mismo, porque cada día que pasa te quiero más, porque sos mi vida y la dueña de mi corazón, te amo mucho".

Oriana se había emocionado al escuchar aquellas palabras, y se lanzó a abrazarlo, era precioso lo que le había dicho.

Pero ahora era el tuno de ella: "Paulo, soy muy mala para esto, pero acá voy, sos un hombre maravilloso, espectacular y muy paciente. Estuviste a mi lado en los buenos y en los malos momentos, sos el protagonista de mis sueños, la razón de mis suspiros y el dueño de mi corazón. Te quiero y te amo, me ayudaste muchísimo y siempre sabes cómo hacerme sonreír y ser feliz. No puedo vivir sin vos, sin tus besos y tu forma de hablar; sos muy importante y mi día a día sin vos no puedo verlo. Pau te quiero y te amo, y yo también deseo llegar a viejita con vos".

Ahora Paulo la abrazaba a ella, entonces entraron los sobrinos de Paulo con los añillos y tirando pétalos de rosas. Estaban muy lindos, Dolores, la sobrina llevaba un vestido azul y Lautaro, el sobrino un smoking.

Había llegado el momento más importante, el del "Sí, quiero".

- Oriana Sabatini, ¿prometes amar y respetar a Paulo Dybala en la salud, en la enfermedad y hasta que la muerte los separe?

- Sí, quiero. – Dijo Oriana mirando a los ojos de Paulo y sonriendo. Mientras le ponía el anillo.

- Paulo Dybala, ¿prometes amar y respetar a Oriana Sabatini en la salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe?

- Sí, quiero. – Respondió el sonriente y mirándola. Para después ponerle el anillo.

- Entonces, los declaro marido y mujer; ya puede besar a la novia. – Concluyó el cura.

Y entonces Paulo y Oriana fundieron sus labios en un maravilloso y mágico beso. Ya como casados que sellaron todo el amor que se tenían el uno al otro.

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Holaaa, como estás?

Espero sus comentarios y votos

Próximo capítulo es el final de la historia.

Besos <3

LA CÁMARA Y LA PELOTA - Oriana Sabatini & Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora