CAPÍTULO 30

26 2 0
                                    

Paulo estaba en la habitación del hospital hablando con Fabián, un gran amigo de Ori y ahora también era amigo de él, le estaba dando apoyo y era algo que Paulo agradecía un montón.

- Deseo que se despierte ya... la extraño un montón... - Se lamentaba Fabián.

- Que me decís a mí de extrañarla, además se ve tan triste así, con lo alegre que era ella. – Se lamentaba Paulo.

Paulo siempre la tenía agarrada de la mano, pero de la nada había notado como un apretón de la misma, lo cual le llamó un poco la atención y decidió mirarla, hasta que vio como abría aquellos hermosos ojos turquesas. No se lo podía creer, Oriana había despertado.

- Ori, ¡amor! – Paulo la abrazaba.

- Voy a buscar un médico ya. – Decía Fabián.

- ¡Sí! – Le gritaba Paulo.

Oriana Sabatini

Se despertó, pero se encontraba algo cansada y con un dolor de cabeza importante, un chico castaño muy guapo la miraba y la abrazaba, y otro chico que estaba al lado iba por un médico. Un momento ¿un médico? ¿para qué? Y entonces ahí es cuando se da cuenta que estaba en un hospital, rodeada de cables y tubos, y vestida de una forma muy ridícula. ¿Pero qué mierda hacía ella en un hospital? Como ella quería saber decide preguntarle a ese lindo chico de pelo castaño.

- Perdóname, ¿sabes porque estoy acá?

El chico que estaba llorando, iba a explicarle cuando el otro chico de antes entra con un señor de bata blanca que se suponía que era el médico.

- Oh Oriana, cuando me alegro de que hayas despertado. Ahora te vamos a llevar a otra sala para hacerte algunas pruebas.

- Bien. – Solo respondió Oriana.

La subieron a una silla de ruedas y la llevaron a otra sala donde le comenzaron a realizar muchísimas pruebas, cuando terminaron la volvieron a llevar a su habitación, y veía a varias personas afuera, pero no sabía quiénes eran. La vuelven a poner en la cama, al parecer no podía caminar, por el momento tenía que estar en sillas de ruedas y hacer rehabilitación.

Las personas que estaban afuera entraban a la habitación, la abrazaban y la besaban. Pero Oriana no sabía quiénes eran y seguía muy intrigada de que era lo que había pasado.

- Oriana, ¿sabes quién soy? – Le preguntaba de pronto una mujer de unos 50 años.

- La verdad es que no. – Respondió Oriana sincera.

La señora se sorprendió un poco, y su expresión había cambiado de alegría a tristeza en nada.

- Oriana, soy tu mamá.

¿Mi mamá? ¿No había podido reconocer a mi mamá? ¿Qué le pasaba? La verdad era que no tenía ningún recuerdo, solo sabía que se llamaba Oriana por todas las veces que lo habían repetido, pero del resto no sabía ni entendía absolutamente nada.

------------------------------------------------------------------------------------------------------


Hola, les dejo un nuevo capítulo, si es algo cortito, pero es un capítulo. Ya van a volver capítulos más larguitos.

¡Al fin Ori se despertó!

Besos <3

LA CÁMARA Y LA PELOTA - Oriana Sabatini & Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora