CAPÍTULO 14

47 6 0
                                    

Oriana Sabatini

Entraron al bar con Fabián, y la verdad que el lugar estaba muy bien decorado, con una onda moderna y todos los lujos que podía tener un lugar como era Qatar. Sonaba buena música y había bastante gente, aunque para la vista de Oriana había demasiadas mujeres llamativas con vestidos que mostraban más que lo permitido en ese país, obviamente estaban bien acompañadas por hombres babosos a su alrededor. Oriana buscaba junto a Fabián una mesa, hasta que encontraron una un poco alejada de todo y se instalaron ahí. Al rato se les acercó un chico y les preguntaba que iban a tomar.

Oriana pidió primera, ya que Fabián no sabe inglés y el mozo solo hablaba ese idioma; y a los diez minutos sobre la mesa de ellos les alcanzaron sus tragos.

- Oriana, por una buena noche. – Exclamaba su amigo.

- Por una buena noche.

Ellos brindaron y empezaron a beber, ese trago estaba muy bueno y empezaba a pegar en el cuerpo de maravilla. Cuando iban por el tercer trago y ya estaban por demás alegres, Fabián se le ocurrió ir a bailar.

- Dale, vamos Ori.

- Me voy a matar si bailo con estos zapatos.

- ¡Pero no, no seas tonta! Vamos, vamos a pasarla increíble.

Y como siempre ella cedía a todo ante su gran amigo y salieron para la pista de baile; su amigo bailable muy bien y ella le seguía sus pasos, por lo que no bailaba tan mal.

Paulo Dybala

Llegaron al bar con su hermano y se dirigieron directamente para la zona VIP, donde se sentaron en una mesa que ya tenían reservada, al instante llegó una moza, para Paulo estaba demasiado maquillada e innecesariamente poca ropa, pidieron unos tragos y la moza se les insinuaba a ellos muy descaradamente.

Su hermano estaba baboso por aquella moza, pero a él no le gustaba para nada. Les trajeron sus tragos y ella insistía en coquetearlo de nuevo. Al rato, se les acercaron unas mujeres, una rubia y otra colorada, tenían buenos cuerpos y con unos vestidos bien cortos.

- Hola soy Lola – Saludaba la chica rubia.

- Hola soy Amalia, ¿nos podemos sentar acá? – Preguntaba la colorada seductoramente.

Su hermano las dejaba sentarse ahí, a pesar de la mala cara que ponía Paulo. La verdad que él se aburría estando ahí con ellas, eran medias tontas y para nada eran sus tipos de mujeres.

- Voy a tomar aire un rato, ya vuelvo. – Avisaba Paulo, dejando a su hermano con esas dos mujeres, parecía que él la estaba pasando mejor.

Paulo salió del bar, y vio a su lado que había una chica intentando sacarse a un hombre de encima de ella, y por principios se acercó a ayudarla y vio que la chica era Oriana. Paulo se había enojado al ver esa situación, Oriana seguía enojada con él, pero no iba a soportar verla en brazos de otro y más si estaba viendo que ella no quería. Le estaba pasando lo mismo que con su compañero de trabajo que se había zafado de que le pegara una piña, pero a este boludo se la iba a pegar.

- Podes dejar a la chica tranquila. – Gritó muy enojado Paulo. Pero el hombre no le hacía caso. Por lo que Paulo lo separa de ella y lo empuja.

- ¿Y a vos que te pasa? – Le gritaba enojado.

Y a pesar que aquel hombre era mucho más alto que él, no le tenía miedo, y le metió una buena piña en la cara, provocando la reacción del otro y también lo golpea a él de manera que Paulo se enojó como nunca se había enojado en su vida y comenzó a darle muchas piñas hasta dejarle los labios todos cortados.

- ¡Paulo para! – Gritaba media asustada Oriana y haciendo todo lo posible para que Paulo le dejara de pegar a aquel hombre.

- Y te aviso, que cuando te vuelva a ver cerca de ella, te mato. – Amenazaba Paulo al chico.

- Paulo déjalo, ¡¿Te volviste loco?! – Le gritaba enojada Oriana.

- ¡Solo quería protegerte! Y sí, estoy loco, pero loco por vos. – Le respondía él.

- No necesito de tu ayuda. – Le decía Oriana con cierto rencor en su voz – Y tan loco por mí no estas, si después te andas besando con tu novia, pero bueno es lo normal; son pareja.

- Si me dejaras explicarte... - Contestaba Paulo.

- No quiero tus excusas, gracias por haberme sacado a ese pesado de encima, pero no quiero saber más nada de vos. – Decía ella fríamente clavando su mirada turquesa en él, e intentando volver a entrar al bar.

- Ori, por favor... - Le suplicaba Paulo agarrándola del brazo.

- Déjame, por favor. – Oriana se suelta de su agarre y se va.

Paulo se maldecía a sí mismo, mierda y más mierda. Le gustaba muchísimo esa chica, y le jodia que estuviera enojada por una boludes, necesitaba aclarar si o si las cosas con Oriana.

Oriana Sabatini

Estaba muy acalorada de tanto bailar, por lo que había decidido salir a tomar algo de aire. Cuando un chico se le acercaba, era alto, medio moreno y no era feo, pero se lo notaba demasiado pasado de copas.

- Hola hermosa.

- Eh, ¿hola?

Y ese hombre se le tira a besarla a Oriana, mierda, ella lo corrió rápidamente mientras forcejeaban, pero el hombre a ser más alto y fuerte que ella no se lo podía sacar de encima. Hasta que de pronto escuchó una voz que le era familiar, era Paulo que se había puesto a golpear a aquel chico como un loco. La había vuelto a salvar, como cuando paso lo de Mateo. Oriana estaba muy asustada, se le estaba yendo de las manos aquella situación y tenía que gritarle a Paulo para que parara de pegarle.

- ¡Paulo para! – Gritaba ella media asustada, haciendo que parara de pegarle.

- Y te aviso que si volves a acercarte a ella, te mato. – Lo amenazaba Paulo a aquel chico.

- Paulo déjalo, ¿vos te volviste loco? – Gritó ella enojadísima.

- ¡Solo quería salvarte! Y sí, estoy loco, loco por vos. – Le respondía él que parecía un poco más calmado ya.

¿Loco por ella pensaba Oriana? Paulo era tremendo, si creía que con dos boludeces que le iba a decir, iba a dejar de estar enojada.

- No necesito de tu ayuda – Decía Ori con algo de rencor en su voz – y tan loco por mí no debes estar cuando te besabas a tu novia, pero bueno son pareja, es normal.

- Si me dejarás explicarte... - Se excusaba Paulo.

Oriana no quería ninguna explicación, ni nada más que tuviese que ver con él.

- No quiero tus excusas boludas, gracias por sacarme al tipo ese de encima mío, pero no quiero saber más nada de vos. – Decía fríamente ella mirándolo a los ojos verdes de él.

- Ori, por favor... - Suplicaba Paulo agarrándola del brazo.

- Paulo dale, déjame. – Ella se soltó y entró de vuelta al bar.

Se maldecía haber salido a tomar aire para dejar de pensar en él, y va justamente y se lo encontraba afuera. Oriana se siente de vuelta en su mesa que estaba con su amigo, pero podía ver como Fabián bailaba con un chico en la pista de baile, él si estaba disfrutando la noche. Mientras tanto Oriana iba a la barra para pedir otro trago más, necesitaba beber algo para poder asimilar lo que le había pasado tan solo 10 minutos antes.

·········.........·········.........·········

Buenas...

Les dejo un nuevo capítulo!!

Espero que les guste y no se olviden de dejar sus comentarios, votos y de que compartan la historia.

Besos <3

LA CÁMARA Y LA PELOTA - Oriana Sabatini & Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora