Capítulo 15

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Sentado en aquél sillón de una buena categoría el rubio solamente atinaba a mirar sus manos, inclinado mientras pensaba en como demonios había llegado a éste momento.

Cuando regresó de China esperó llegar con una buena cara y con la firma en un contrato con ganancias, no esperó el balde frío de información que su presidente muy emocionado le arrojó sin escrúpulos.

No podía creer que sólo lo dejó un día solo y había echo tanto problema, ahora seguramente Guatemala no lo quiere ver ni siquiera en pintura.

Suspiró y frotó cuidadosamente sus vendadas manos, la fina gasa envolvía bastante profesionas su diestra y zurda, aunque algunas manchas de sangre aún se esparcían por la blanca tela.

Inclinado en la oscura habitación su figura antes imponente y firme, ahora parecía muy solitaria.

Apoyó sus codos en sus rodillas y sus dedos acunaron su nariz, cerrando los ojos sintiendo su cabeza palpitar fuertemente, su espalda también palpitaba y era debido a qué se había caído tantas veces en aquel frío estanque y la mayoría de veces terminaba raspando firmemente las orillas del estanque, tenía hematomas en todos lados.

Soltó el aire que retenía y miró los ultimos alientos del sol deslizarse por su ventana, la habitación en pocos segundos quedó totalmente a oscuras.

Sus ojos fríos como hielo y azules como el cielo parecieron brillar en medio de la penumbra.

Ese imbécil canoso que tenía como líder era un zorro astuto y ésta era el prueba que estaba teniéndole enfrente. USA ya sabía que el presidente tenía sus dudas sobre él y su posible ayuda a Guatemala, después de todo la manera rápida en que el chapín consiguió el dinero fué de sorpresa.

¿Dónde conseguiría tal cantidad? La suma no era una broma y para una persona que ya fuese billonaria al entregar la mitad estaría en la calle, para una persona común no bastaría una sola vida para pagar la deuda.

Entonces como era de esperarse el viejo cuidadosamente cavó un agujero y colocó una suave cama de hojas sobre el agujero, esperando a que él cayera dentro como una pequeña ardilla.

Esta ocasión era la presa, esta vez el cazador tomó algo importante y lo dejó tirado en medio del pantano esperando a su llegada para poder atraparlo.

Si Estados Unidos ahora iba directamente con Guatemala o lo contactaba el presidente estaría al tanto y si fué capaz de hacer un enorme movimiento audaz como el obligar a Guatemala a firmar un contrato donde negociaban a los hijos del país no quiere imaginar lo que hará con ellos si los logra obtener.

No pasará, pero un movimiento en falso será peor, mucho peor y no quedará en una discusión, antes hubo un atentado, el siguiente movimiento puede ser fatal.

Se levantó y se acercó a su balcón, la luna estana reinando, imponente y firme. Se apoyó en el barandal y frunció sus cejas.

No importaba qué, su lindo Guatemala no saldría mal de ésta, lo prometió en una ocasión, no rompería ésta promesa, incluso si eso significa ser el villano que Guatemala cree que es.

Si eso amerita su bienestar, entonces será el cruel villano.

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Entonces.

Fueron solo unos días después que la nueva junta se dió a cabo. El grupo correspondiente estaba todo presente, en silencio.

Bueno, casi todos asistieron.

A su lado el asiento estaba vacío, su mirada iba de vez en cuando hacía a un lado observando el lugar de su animado compañero.

Israel no llegaba todavía, incluso cuando ya le había informado con un mensaje de texto que se encontraba entrando al edificio.

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