Capítulo 23

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Las luces corrían de un lado a otro iluminando por escasos segundos al mar de gente que se movía al ritmo de la extraña música. Meciéndose y bajando hasta el suelo con movimientos atrevidos aquellas chicas mantenían a los hombres en aquel círculo lleno de morbosas miradas.

El humo era un poco espeso y se elevaba como los gritos y carcajadas de aquellos que ya no estaban en esta realidad. Los bartenders se movían de un lado a otro, recibiendo pedidos, mezclando y sacudiendo sus brazos para poder servir un buen trago, al mismo tiempo recibían códigos extraños.

Cada uno para una droga distinta. Afortunadamente a ellos si les pagaban bien.

Mientras la música hacía el lugar retumbar dañando los tímpanos, al mismo tiempo en el lado VIP un grupo de hombres conversaban con más tranquilidad.

El espeso humo en cambio, empeoró.

Un círculo de sofás rodeaba una mesa de cristal, encima de ella habían paquetes rotos, el polvo se esparcía por la superficie. Manos rojizas, delgadas pero con dedos duros y fuertes tomaron la laptop que mostraba al parecer, un balance.

El misterioso hombre era muy poco visible, la poca luz era muy conveniente para mantener su anonimato.

Tecleó un par de veces y alzó la mirada, una brillante mirada que se pegó inmediatamente a los ojos contrarios, no había diferencia en las miradas.

Eran igual de aterradoras.

Rusia: Как идут дела? [¿Cómo van las cosas?] ― Siguió en lo suyo luego de aquella corta frase.

La voz era tranquila, sin atisbo del sentimiento genuino y aquello causaba un leve cosquilleo de inquietud en los empleados alrededor.

Al sujeto al que se dirigió atinó a suspirar con suavidad, colgando una pierna sobre la otra, estirando sus brazos sobre la parte superior del respaldo del sofá, adoptando una posición relajada pero. . .peligrosa si la acompañaba con aquella sonrisa siniestra.

Sus ojos observando al sujeto de enfrente, aquellos ojos peligrosos lo miraban con seriedad, ese tipo nunca cambiaba. Siempre le pareció interesante pero mantenía la distancia de cierta manera.

Ahora incluso estando en un lugar tan vulgar y poco ético, ese tipo se encontraba vestido formalmente con ese traje, pegado a la laptop seguramente terminando algunos pendientes. Quiso rodar los ojos.

China: 進展順利,你會祝賀我嗎?[Marcha bien, ¿vas a felicitarme?]

El ruso elevó brevemente la mirada, luego sus caninos lucieron en un brillo fugaz, definitivamente aquella sonrisa no fué divertida, ni mucho menos genuina.

Rusia: Поздравить тебя за выполнение твоей работы? Что за глупость? [¿Felicitarte por hacer tu trabajo? ¿Qué tontería es esa?]

El asiático rodó finalmente los ojos, miró alrededor antes de contestar, cuestionando si sería realmente genial estar trabajando con este hombre, ¿no sería aburrido? No era alguien que fuese de gritos y de envolverse en situaciones alocadas de manera innecesaria, pero estar con un viejo oficinista tampoco era el mejor plan.

Uno se siente con confianza para bromear cuando la otra persona comparte el mismo humor, ¿no?

Repequiteó sus dedos sobre la superficie del respaldo del sofá y miró de reojo a Rusia pero antes de que las palabras salieran colgaron de su lengua, interrumpidas por el otro.

Rusia: Ты уже связался с братьями? [¿Ya contactaste con los hermanos?]

China negó levemente, inclinandose sobre la mesa para tomar el vaso lleno de líquido de color rojizo. Mientras bebía unos sorbos pensó en la reciente reunión con aquel hombre sonriente, que tedioso, además hablarle a aquellos quintillizos era terrible, convencerlos no sería muy complicado pero, admitiendo la realidad, él será quien va a hacer el trabajo más pesado, servir de impulso y encima, de respaldo para resolver los futuros problemas de esos tipos. Ugh.

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