Cuando toda tu vida cambia en un parpadeo, ¿qué estás dispuesta a dejar ir? ¿Qué estás dispuesta a dejar entrar? Era algo que pronto yo, Bella Swan, averiguaría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Quiero ver a Charlie.
Mi repentino anuncio hizo que el silencio invadiese la estancia que hasta hacía un segundo estaba repleta de diversas charlas. Esme y Carlisle que estaba jugando una partida de ajedrez, se quedaron congelados, la mano de Esme sobre una de las piezas.
Rose, que estaba hojeando una revista sobre las nuevas novedades del motor, ahora me miraba con ambas cejas alzadas.
Alice se había quedado con el pintauñas con el que estaba decorando las uñas de mi mano en el aire, la brocha secándose con el líquido azul cobalto.
El único que no parecía afectado era Emmett, el cual le estaba dando una paliza en la partida de videojuego a Jasper, puesto que él me estaba mirada con cautela.
-¿Verlo? –la pregunta de Jasper rompió el silencio.
-Ajá. –me obligué a mi misma a mantener esa apariencia de seguridad, a creérmela para que Jasper no pudiera sentir ningún tipo de duda. Observé a Alice apartar el pintauñas por fin en un inusual silencio, su mirada se enfocaba y volvía a desenfocarse, escaneando las posibilidades. –Ayer tuve un...incidente cuando salí a cazar.
-¿Incidente? ¿Por qué no me lo contaste? –se quejó Jasper aunque su mirada estaba clavada en Rosalie, mi última compañera de caza.
Rose bufó.
-Porque no eres su padre, Jasper. Nos cruzamos con un humano que tuvo la brillante idea de cortarse la rodilla con una piedra.
-No creo que fuera intencionado, Rose. –intervino Esme con suavidad pero la vampira rubia se encogió de hombros.
-Como sea, Bella pudo mantener perfectamente el control. –sus ojos dorados encontraron los míos y me dedicó una pequeña sonrisa de orgullo. –Como toda una veterana, incluso a mí me costó en plena caza.
Si me hubiera podido sonrojar, lo habría hecho; sin embargo, le devolví la sonrisa.
-Eso es muy loable, Bella. –la aprobación de Carlisle me tranquilizaba de una manera que no esperaba aunque su tono tenía la misma cautela que la mirada de Jasper. –Pero ver a tu padre puede ser...difícil si algo sale mal.
-Lo sé, soy consciente. Pero también sé que puedo hacerlo, puedo mantenerlo en mi vida. –mi tono era firme al igual que mi mirada cuando se cruzó con la de Carlisle.
-Hará preguntas, Bella. –la voz de Jasper tenía un tono precavido y la ilusión de mi pecho se entibió un poco.
-No, no lo hará. –fue la voz de Alice la que se adelantó a mi réplica. Sus ojos, centrados en el presente, viajaron de Jasper hacia mí. –Aceptará las respuestas que le des. No es seguro, claro, pero es una buena posibilidad.
La sonrisa, que había caído de mis labios, volvió a ellos. Me senté un poco más recta en el sofá.
-Si hay que votar, yo voto que sí. –Emmett por fin había dejado su partida y me miraba con una sonrisa cómplice. –Nuestra Bells lo hará genial y el jefe Swan es buena gente. Nunca está de más tener de nuestro lado a un policía.
