Cuando toda tu vida cambia en un parpadeo, ¿qué estás dispuesta a dejar ir? ¿Qué estás dispuesta a dejar entrar? Era algo que pronto yo, Bella Swan, averiguaría.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-CARLISLE.
El grito de Jasper al abrir la puerta de una patada hizo saltar a todo el mundo que había en la casa y casi me habría hecho saltar a mí si no fuera porque aún seguía firmemente atrapada entre sus brazos.
-¿Qué ha pasado? –la voz de Carlisle era serena mientras Jasper me dejaba en el sofá. No pude evitar hacer una mueca de dolor y su rostro se ensombreció aún más.
-Victoria. –fue toda su respuesta mientras el resto entraba en tromba en el salón.
-¡¿Pero cómo te las apañas para casi morir incluso estando muerta?! –la voz entre indignada y preocupada de Rose me habría hecho reír si no fuera porque Carlisle me estaba moviendo la pierna con toda la gentileza que podía, y aún así un siseo de dolor se escapó de mis dientes apretados.
-Es un don, supongo. –respondí casi sin fuerza mientras mis ojos encontraban el rostro de Alice, lleno de culpabilidad.
-Debería haberlo visto venir. No estaba pendiente, yo no...
-Alice. –la atajé con firmeza. –Esto no es tu culpa.
Antes de que mi hermana pudiera decir algo Carlisle alzó la cabeza para mirar al resto.
-Necesito que os marchéis para poder tratarla con tranquilidad, por favor. –su tono era educado pero no daba opción a replica. Era el doctor que echaba a los familiares demasiado alterados.
-No.
Pude ver a Emmett poner los ojos en blanco mientras salía tras Rose al escuchar la negativa de Jasper. Apreté los labios para no sonreír ante su gesto de exagerada resignación. El humor se me pasó al encontrar los ojos de Jasper clavados en mí, serios e insondables.
-Voy a tener que cortar su pantalón, Jasper, dudo que Bella quiera que estés aquí mirando.
-No quiero. –me apresuré a decir porque la posibilidad de sentir los ojos de Jasper en mi piel desnuda me provocaba un nerviosismo que no quería analizar en ese momento.
Jasper pareció debatirse entre si discutir o marcharse pero finalmente ganó la opción de darme intimidad así que se levantó del suelo donde estaba arrodillado a mi lado y se marchó con grandes zancadas, llevándose la cargada atmósfera con él.
Suspiré aliviada al ver que el aire volvía a ser más liviano.
-Suele proyectar sus emociones cuando se enfada o se preocupa. –me explicó Carlisle mientras cortaba mi pantalón con unas tijeras que había sacado de su maletín.
-No era mi intención preocuparlo.
La sonrisa que me dedicó Carlisle era tan paternal que mi corazón dolió un poco al recordar a Charlie.
-Lo sé, pero Jasper se ha tomado muy en serio lo de ayudarte en tu paso a la inmortalidad. Siempre se toma todo demasiado en serio. –suspiró como si la forma de ver la vida de su hijo le preocupara un poco pero volvió a recomponerse para sacar una venda. –Voy a vendarte la pierna sólo para ayudar a que se una mejor, ¿está bien?