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-No creo que aparezcan

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-No creo que aparezcan. –murmuré lo más bajo que pude.

-Yo tampoco. –me susurró Jasper al oído, sus brazos en torno a mi cintura mientras me abrazaba por detrás. Nadie nos lanzó ninguna mirada, todos habían aceptado con pasmosa naturalidad que ahora estábamos juntos.

En otro escenario, estaría más que encantada de estar así pero no era un momento especialmente feliz. Paseé la mirada por el salón de la casa principal. Alice se había empeñado en hacer una pequeña fiesta para celebrar nuestra graduación.

Obviamente no podíamos invitar a mis antiguos amigos del instituto y tampoco tendría mucho sentido porque todos habíamos acabado nuestros estudios de manera remota. La educación en casa era una maravilla que descubrí con mi paso a la inmortalidad.

Pero Alice había invitado a los lobos. Más concretamente, a Leah. La loba que se había imprimado de ella y de la que no habíamos escuchado nada en más de una semana.

Aún así, mi hermana con cara de duendecillo había insistido en invitarla a ella y al resto de la manada en un intento por acercar posturas. Apenas sabíamos nada de la imprimación pero parecía algo recíproco, quizás porque ambas eran seres sobrenaturales. O porque eso funcionaba así, no estaba del todo segura.

Mi enfado iba en aumento conforme veía la ilusión en el rostro de Alice ir desapareciendo, plantada delante de la comida que había hecho con la ayuda de Esme, como una hadita abandonada.

Y su desesperanza era directamente proporcional al enfado que sentía. A pesar de que Emmett, Esme y Carlisle intentaban mantener una conversación animada para eliminar el silencio podía notar que ellos también estaban algo decepcionados.

Pero nada comparado con Rosalie. Sentada en el sofá al lado de Esme se iba envarando con el paso de los minutos hasta que prácticamente saltó de su asiento.

-¿A dónde vas? –cuestionó Esme cuando todos vimos a Rose caminando hacia la entrada.

-A golpear a algunos chuchos. –respondió con el sonido de sus tacones repiqueteando con cada paso.

Jasper y yo intercambiamos una mirada antes de seguirla junto con Emmett. No estaba segura de si quería seguirla para evitar que se metiera en un problema o para ayudarle a darle una lección a la manada sobre no dejar plantada a nuestra hermana.

El olor a perro mojado nos llegó justo antes de que Rose abriera la puerta principal para salir y casi chocarse contra Leah. Ambas se quedaron mirándose de hito a hito mientras detrás de Leah había unos cuantos chicos de la manada.

-Llegáis tarde. –espetó Rosalie.

-No tengo que darte explicaciones. –el tono de Leah parecía querer dar inicia a una pelea hasta que Alice apareció en el umbral de la puerta del salón.

Vampire.  | Jasper x BellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora