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Preparación

Hace unos 1.000 años.

Cuatrocientos años antes de la fundación del Imperio.

Surgió la Oscuridad Primordial.

Un rayo de sombra descendió sobre el mundo, imbuido de todos los males y desgracias.

La gente lo llamaba el "Rey Demonio".

Cuatro años después de su aparición, unificó el reino demoníaco, que había estado plagado de divisiones y guerras.

Los monstruos mostraron temor ante el poder abrumador del Rey Demonio, y los demonios le juraron lealtad.

El Rey Demonio alcanzó al instante la cúspide del poder y comenzó a agitarse para alcanzar su objetivo.

Soñaba con un mundo envuelto en llamas.

Un mundo desprovisto de risa, felicidad y amor.

Anhelaba el advenimiento de una conflagración en la que no quedara ni una pizca de esperanza.

El Rey Demonio ansiaba las lágrimas de todos los seres vivos.

Ese pequeño deseo empujó al mundo al borde de la destrucción.

-A partir de este día, el mundo será borrado.

El Rey Demonio declaró la guerra al continente.

Masacró a las otras razas y cazó a incontables humanos.

No hubo piedad en la estela del ejército de la aniquilación.

Sólo quedó muerte y ruina.

Los supervivientes fueron esclavizados y explotados, mientras que los muertos se convirtieron en espectros, supeditados al ejército del Rey Demonio.

Las fuerzas aliadas del continente lucharon contra la horda demoníaca,

pero ni siquiera su valor pudo resistir a la Oscuridad Primordial.

Innumerables héroes cayeron, convirtiéndose en notas a pie de página en la historia.

Incontables guerreros valientes fueron enterrados bajo la tierra empapada de sangre.

Mientras el mundo descendía gradualmente hacia una negra desesperación,

-¡Levántense, héroes! Yo me pondré al frente.

Con estas palabras, un hombre apareció.

Su nombre era Ash Reynolds.

El Héroe Primordial.

Apareciendo como el amanecer en medio de la oscuridad, se enfrentó al ejército del Rey Demonio.

Los milagros del Héroe repelieron a las fuerzas demoníacas una y otra vez.

El brillante resplandor que bordaba el cielo con cada golpe de su espada daba esperanza a las cansadas Fuerzas Aliadas.

El Héroe y sus camaradas gradualmente comenzaron a rechazar la oscuridad.

La cálida luz del sol comenzó a llegar al campo de batalla, que siempre había estado inundado de sangre y sombras.

El continente en llamas se estabilizó.

Y entonces.

Al final de la larga, larga noche.

-Has llegado hasta aquí, Héroe.

La luz y la oscuridad finalmente se enfrentaron.

Se miraron a los rostros, llenos de tristeza, y declararon que este era el final.

Un Jugador De Kendo Deprimido Posee A Un Aristócrata B*stardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora