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Devoción y muerte

"Ya basta. Alto ahí".

Una presión abrumadora, de origen desconocido, presionó a Lucas.

Lucas se quedó inmóvil, sintiendo que se le cortaba la respiración.

Sus sentidos gritaron una advertencia.

Si se movía ahora...

Moriría.

"..."

"Je je... Buenos instintos, joven. Si no te hubieras detenido, te habría cortado donde estás".

Los ojos de Lucas se dirigieron hacia la fuente de la voz, su mirada temblorosa.

Allí estaba un anciano con el pelo blanco como la nieve y gafas redondas.

A primera vista, su aspecto era totalmente ordinario, pero Lucas pudo verlo.

Una sonrisa monstruosa oculta tras la fachada mundana del anciano.

Lucas supo instintivamente que aquel hombre era el responsable de la creación de los caballeros no muertos.

Qué... ¿A qué me enfrento aquí...?

Lucas no pudo evitar cuestionarse la situación.

No había duda de la existencia del anciano, pero no podía comprender lo que era.

El viejo no era fuerte.

Era la muerte misma.

Una muerte suave que no tenía forma.

Parado en el precipicio de la vida y la muerte, Lucas sintió que lo invadía un miedo primitivo.

"Qué mala costumbre tienes, jovencito, destruir así el duro trabajo de alguien".

"..."

"Oh querido, ¿ha perdido la cabeza?"

El anciano rió entre dientes, mirando los ojos desenfocados de Lucas con expresión preocupada.

"Me tomé la molestia de mostrarme, soportando los efectos secundarios de las restricciones, ¿y esto es lo que obtengo?".

"..."

"Bueno, no importa. He confirmado que tus habilidades son bastante... Ocuparme de ti ahora facilitará las cosas cuando ataque la Academia más tarde."

"¿Qué... qué has dicho?"

Lucas volvió a la realidad al oír las palabras del anciano.

La Academia... Un ataque...

Una visión de aquella calamidad sobreviniendo a la Academia pasó por la mente de Lucas.

"No..."

"Oh, ¿has superado tu miedo? Eres más impresionante de lo que pensaba".

Esto era destrucción.

Este viejo era al menos a la par con su maestro ...

No, incluso podría ser más fuerte.

No podía soportar imaginar lo que pasaría si el viejo ponía sus manos sobre los estudiantes.

-¡Thud...!

Lucas se clavó la daga en el abdomen.

Cuando un dolor agudo le atravesó, su mente nublada empezó a despejarse.

Lucas escupió la sangre que le brotaba de la boca y miró al anciano.

El anciano sonrió satisfecho.

Un Jugador De Kendo Deprimido Posee A Un Aristócrata B*stardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora