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La razón de los ojos azules

El carruaje que transportaba a Allen y sus acompañantes partió de la parada.

Atrás quedaban Raiden, Ariel y Rachel.

"......"

Un pesado silencio flotaba en el aire tras la conmoción.

Raiden miraba en silencio en la dirección en que había desaparecido el carruaje.

Al ver a su hermano perdido en sus pensamientos, Ariel le habló vacilante.

"Um, hermano..."

"¿Hm?"

Raiden se dio la vuelta ante su pequeña llamada.

Tenía una leve sonrisa en los labios, la misma con la que solía mirar a Ariel.

Pero Ariel no se atrevía a devolverle la sonrisa.

Porque aunque sonreía, su rostro parecía infinitamente triste.

Porque una profunda tristeza rebosaba en sus ojos negros como el azabache que se asemejaban al cielo nocturno.

Ariel se mordió el labio inconscientemente.

Luego, murmuró con una voz tan pequeña como la de un cachorro lloriqueando.

"Lo siento... por intervenir de repente...".

Ariel se disculpó agachando la cabeza.

Raiden la miró por un momento, luego rió suavemente y le acarició la cabeza.

"¿Por qué te disculpas? Estuviste muy bien protegiendo a tu hermano".

Raiden respondió juguetón y le alborotó el pelo rojo.

La suave textura de las hebras rojas se sentía cálida contra las yemas de sus dedos.

"Gracias, Ariel. Por defenderme".

"......"

Ariel dudó, luego cerró la boca y asintió en silencio.

Raiden le dio unas palmaditas más en la cabeza, como si la encontrara mona.

"Pero no digas más palabrotas, ¿vale?"

dijo Raiden, pellizcando la mejilla de Ariel, que había hecho un leve mohín.

La mejilla de ella se estiró siguiendo su mano.

"Bweehhh..."

"Sólo debes usar palabras bonitas. Tendrás problemas si vuelves a usar malas palabras, ¿vale?".

"Ooh... yeeesss..."

Ariel arrastraba las palabras porque le estaban pellizcando la mejilla.

Raiden, divertido por su aspecto, le estiró aún más la mejilla.

"Oohwoo... sthop it..."

"Sólo un poco más".

"Oohwaa..."

Mientras Raiden jugaba con las mejillas regordetas de Ariel,

algunos estudiantes comenzaron a reunirse alrededor de la parada.

Fue el fuerte chillido de Sorrow lo que les había llamado la atención.

"¿Qué ha sido eso?"

"Sí, me pareció oír algo extraño aquí antes".

"¿Pasó algo como lo de ayer...?".

Murmuraron los alumnos, tratando de encontrar la fuente del sonido.

Un Jugador De Kendo Deprimido Posee A Un Aristócrata B*stardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora