Quise hacer esta historia de Jinx porque me vi ARCANE y me encantó, tengo algo con los personajes ficticios de mente retorcida. Esto es un GL o una chicaxchica si no te agrada este tipo de contenido porfavor no lo leas.
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La luz se vuelve hacer presente cuando llegan al final del túnel. Pero un chillido de Violet nos detiene a todo al igual que su brazo que no les permite avanzar más allá que ella.
¿Lo malo? La unica forma de bajar y no lastimarse es tirarse como un desecho a la basura.
—¡No otra vez!—Exclama Mylo—¿¡Por qué siempre es en la basura!? Pongan un...un—intenta buscar las palabras— Un colchón o algo cómodo, ¿no?
—Y es muy alto—Powder se encoge de hombros y se esconde de tras de Claggor. El de la da unas palmadas en la cabeza y asiente de acuerdo con ella.
Ekko, Violet y yo solo miramos hacia abajo.
—Buenos, no parece que sea peligroso, deberiamos...—antes de siquiera pudieran continuar o terminar la frase, quito el brazo del camino y sin pensarlo mucho, salto—¿¡Estás loca!?
—Dijiste que no era peligroso— le resto importancia. Me levanto para limpiarme como puedo la falda del camisón y parte del pantalón— Solo salten. Que yo esté bien, implica que ustedes también lo estarán — me bajo de la pila de basura con cuidado de no caer y volverme a embarrar de lo que sea que me haya ensuciado.
Violet deja salir un suspiro y se deja caer. El resto la sigue después.
Seguimos caminando y yo solo los sigo sin saber a donde exactamente. Quizas vayamos a su refugio.
O al menos eso espero.
Mis ojos captan como mucho de ellos realizan ciertos movimientos para calmar dolores musculares. Mylo daba debes en cuando saltos para realizar movimientos circulares en su tobillo, Claggor los hace en su hombro, Violet solo soltaba su brazo y lo movia como una especie de espasmo y Powder hacia presión en la palma de su mano. Los mas seguro por la pelea con los vigilantes, si no es que llevan los dolores mas tiempo que eso.
De inmediato recuerdo la pomada. Miro a todos y me termino decidiendo por hablar con la lider. Adelanto el paso y quedo a su lado.
Extiendo la pomada.
—Toma—sugiero. Deja de mover su brazo y mira la lata, examinandola.
—¿Qué es?—pregunta Powder.
—Una pomada. La necesitaran más que yo.
—Gracias—Violet me sonrie y se la deja acargo a Powder quien le hace un espacio como puede en su bolsito.
Yo solo asiento en respuesta.
Seguimos andando un poco más hasta que llegamos a un pequeño edificio destartalado con luces cálidas.
—Bien, llegamos— Dice Violet, quien con toda la confianza del mundo entra por la puerta principal. Y como siempre seguida de ella el resto.
Esta vez, yo no tomé la inciativa. Ni siquiera me moví pues a través de la puerta, a la distancia, pude diferenciar a la fumadora de cuerpo intimidante.
