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"Estoy en la música" - La náusea (Jean-Paul Sartre).


Eran cerca de las diez de la noche, el ensayo se había alargado debido a la próxima presentación en la universidad. En la pequeña habitación insonorizada de la facultad de música, se encontraba Katsuki tocando la batería, estaba sudado y con la adrenalina a tope, en sus años como estudiante escolar, Kirishima le sugirió que comenzara a tocar un instrumento para sacar su energía, eligió la batería porque podía golpear algo sin parar por un tiempo prolongado, pero a la vez era la base, el esqueleto que forjaba las pautas en una banda, por lo que se sentía importante e irremplazable en aquel instrumento. Si bien los primeros meses fueron un tormento de estrés, con la constancia y la práctica cada día se hacía mejor, quería pulir sus habilidades como en la película "Whiplash", llevarse al extremo de la perfección como estaba acostumbrado, por lo que por años aquel instrumento no significó una vía de escape a su realidad, sino una extensión de esta.

Con los años y la madurez, es que volvió al principio de su motivación por tocar la batería; que fuera terapéutico, una alternativa donde no dañara a nadie en su drenaje anímico. De esta forma es que pudo mejorar su relación con los demás y especialmente flexibilizar su trato con el Izuku.

Hoy era uno de esos días donde se sentía muy ligero tocando, estaba cansado y sudado, pero disfrutaba en demasía la actividad. Al lado de Katsuki se encontraba Sero Hanta, quien se unió a la dupla en la época de escuela como bajista, trabajaba de barista en un bar del centro en la actualidad. Al otro extremo estaba Kirishima tocando la guitarra eléctrica, y justo al medio estaba la nueva integrante de la banda; Camie Utsushimi, estudiante de arte y compañera de Kirishima, y recientemente la nueva vocalista de la banda.

Al comienzo Katsuki se sentía algo reacio a la idea de tener una vocalista, siempre habían sido una banda instrumental, pero luego de conocerla supo porque Kirishima insistió tanto, ella era como el fuego, era imposible no verla y te atraía como un imán, cuando la escuchó cantar fue como ver una bola de fuego arrasando con hectáreas de naturaleza; era avasalladora, te dejaba sin aliento.

Tenían un estilo propio pero le hacen tributo a bandas como Muse, The Neighbourhood o Arctic Monkeys para poder tener ingresos en las presentaciones. No es que Katsuki buscara ganarse la vida con la banda, él había decidido estudiar ingeniería para eso; por el dinero y el prestigio, pero a la vez por lo demandante de la carrera, era como retarse constantemente a ser mejor. Con la banda era donde se despejaba, sentía en su pecho las vibraciones y se dejaba llevar por sus emociones, se sentía un poco menos él que de costumbre. Mientras que la universidad representaba su carta de presentación al mundo, como alguien inteligente y capaz, atributos que le han puesto desde su infancia, sentía que de esa manera le devolvía al mundo lo que le habían determinado ser.

Y dentro de esa disyuntiva estaba Izuku, una interrogante constante en su vida que se encontraba fuera de su control y con quien realmente podía ser él mismo, fuera de la idealización de los ojos del mundo y el tormento de sus emociones explosivas, en aquel departamento se sentía tan cerca de descubrir quien eran cuando estaba con él, que todo se sentía correcto si era con Izuku. Incluso en este momento, tocando el instrumento que le permite canalizar sus emociones, piensa en que le gustaría compartir este momento con él.

¿Lo dejamos hasta aquí, chicos? Menciona Camie al finalizar una canción.

Me parece, queda poco para la presentación, pero necesito dormir para trabajar mañana. Responde Sero mientras deja el bajo en su respectivo lugar y comienza a sobarse el hombro y el cuello, siempre queda agotado de tanto practicar.

Belleza // BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora