6

63 7 0
                                    


Cómo me conoces. Rió Izuku mientras apagaba el cigarro y se adentraba en la sala de estar.

Llevo años conociéndote, ya no me engañas tan fácilmente. Ahora, cuéntame sobre los avances de tu lectura mientras cocino. Responde Katsuki mientras se pone el delantal para cocinar. 


—--


Llevo toda la vida engañándote, Kacchan. Me he vuelto tan hábil en el arte de ocultar lo que siento, en oprimir los latidos de mi corazón para que no los escuches, en contener en mi garganta los "te amo" que anhelan ser escuchado, en repetirme como un mantra que somos amigos y eso está bien, que al fin tengo todo lo que deseaba hace años tener, pero aún así me pregunto porqué no puedo ser feliz a tu lado. Piensa Izuku mientras se adentra al departamento.

Que ya no te engaño dices, lamento hacer tan bien mi papel que en tu cabeza no cabe la posibilidad de que todo sea una farsa. Te odio un poco por eso, por no tener inquietudes, por su maldita seguridad hasta conmigo. Aprieta los dientes mientras se sienta en una silla que quedaba frente a la cocina, así puede contemplar la espalda de Kacchan mientras cocina, ama hacerlo.

Katsuki se pone a preparar katsudon para cenar mientras le pregunta sobre su lectura. Intenta actuar con normalidad, aún cuando ha pasado las dos últimas horas mirando por el balcón esperando verle llegar, sabe que se había alargado la práctica, pues Kacchan le envió un mensaje avisando, pero no pudo evitar mantenerse mirando por si aparecía, no pensó que se demoraría tanto. Sabe que esto de la banda es importante para él, lo ha visto tocar en varias oportunidad y el Kacchan que se muestra en esos momentos; es único y libre, gozando como un infante de la experiencia; transmite tanto con su música que cada vez que van a hacer una presentación, Izuku intenta por todos los medios asistir.

Izuku se siente como el "monstruo" de Frankenstein, lanzado al mundo privado de amor, incluso de su propio progenitor. En ese sentido, la ausencia de su padre le duele a veces, se pregunta si todo hubiera sido más fácil con una figura paterna en su vida, si sus problemas económicos hubieran sido menores o si su madre hubiera sido más feliz, incluso se ha preguntado si él hubiera sido menos frágil. Cuando niño, Kacchan fue la primera persona que admiró después de su madre, fue lo más cercano a un ideal; una figura a seguir, casi como el padre que le faltó. Katsuki lo protegía, lo cuidaba y disfrutaba de su compañía, tenían los mismos sueños y era inimaginable un futuro sin él. Después, cuando fue odiado y repudiado por él, a pesar de que es algo que tiene elaborado y que han hablado muchísimo, Izuku siente que al igual que en su infancia, Kacchan puede quitarle todo el amor que le da de golpe, quedando reducido al rechazo y teniendo que afrontar, al igual que el "monstruo", una vida sin amor por ser quien es.

Este monstruo, Kacchan, solo quería ser amado, no eligió nacer y aún así, Víctor Frankenstein lo rechazó. ¿Qué piensas de eso, Kacchan?, al final...supongo que el libro trata sobre como la falta de amor nos marchita, te vuelve un monstruo. Este ser no era malo, se volvió malo, no tenía opción, fue lo que conoció del mundo; su desprecio y odio a su apariencia. De hecho, en un momento conoce a unas personas de una cabaña y aprende de ellas observandolas a la distancia, intenta acercarse a uno de ellos que era ciego, y llegan los otros, se asustan por su apariencia y lo devuelven en odio. Supongo que hay veces donde consideramos tener el conocimiento de todo, pero hay cosas que no vemos, Kacchan, que se escapan de nuestras manos, cómo la cultura de otros países, por ejemplo. Le cuenta Izuku.

Vaya libro emo que estás leyendo, nerd. Le dice Katsuki mientras se voltea en su dirección levantándole una ceja. Pero sí, todas las muestras de odio que han existido pueden ser tomadas desde ahí, por ejemplo: la racial, o el machismo, o la homofobia.

Belleza // BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora