Jaque Mate

28

No dijo nada ni peleó mientras Kinn lo llevaba de regreso a esa habitación en sus propias manos. No se inmutó mientras Kinn le limpiaba las lágrimas y la suciedad de la cara. Obedientemente bebió y comió todo lo que Kinn le metió en la boca. Tampoco negó los besos que Kinn plantó en sus labios secos. Todo parecía surrealista. Aparte de las ocasionales lágrimas perdidas, Porsche era casi una estatua de mármol.

"Mi bebé ha pasado por muchas cosas, ¿no es así? No te preocupes. Ahora que finalmente has entendido tu lugar, las cosas van a ser mucho más fáciles..."

Kinn miró a su amante que finalmente había perdido toda su pelea. Un espectáculo que será apreciado para siempre. Pasó el dorso de su dedo por las mejillas de Porshce... podía sentir la felicidad burbujeando dentro de él, sus manos temblaban de emoción. Esta maravillosa creación de Dios ahora es toda suya, suya para tocar y besar, suya para devorar y hacer el amor, suya para marcar y poseer. Kinn no pudo evitar inclinarse y devorar esos labios pecaminosos. Hmm... con los ojos cerrados de felicidad, lamió y mordió esos labios, rescatando ese sabor, las manos agarrando esa cara y ese cabello... Kinn quería ahogarse y empaparse en este sentimiento para siempre.

Kinn retrocedió después de un rato, medio esperando que Porsche gritara y contraatacara. Después de todo, los viejos hábitos cuestan morir... pero para regocijo de Kinn, Porsche no hizo nada. Tenía los ojos cerrados y su rostro tenía una expresión de dolor... pero eso es un hecho. Está bien, pronto esta cara se convertirá en una de placer, amor y deseo. Y Kinn sabe exactamente qué hacer. Por fin ha llegado el momento de mostrar su lado amable y afectuoso y colmar de amor a Porsche. Después de todo, sólo le quedan ocho meses para formar una familia perfectamente feliz. Quiere que su hijo crezca con padres que se aman entrañablemente, no con una madre gruñona que pelea con su padre todo el tiempo.

Kinn alisó el cabello que caía sobre la frente de su amante. "Vamos a limpiarlos todos. Les prepararé un baño"

La respiración de Porsche se detuvo ante esa declaración. Antes de que pudiera decir algo, Kinn ya había caminado hacia el baño. Porsche podía sentir que los latidos de su corazón se aceleraban por el miedo. ¿¿Lo volverá a violar??

Observó con temor cómo Kinn salía del baño. Tenía envoltorios de plástico en las manos. Kinn le sonrió cálidamente a Porsche, lo que Porsche encontró más repugnante que cualquier otra cosa. ¿Cómo puede actuar con tanta normalidad después de todo lo que ha hecho? ¿Después de volverse loco hace apenas media hora?

"Vamos a envolver tus pies, amor. No queremos que entre agua y provoque una infección ahora. Sólo prolongará la curación".

Porsche observó en silencio mientras Kinn se vendaba los pies. Fue muy suave y Kinn fue tan cuidadoso como si intentara no agravar el dolor. Fue inquietante. ¿Dónde está el hombre que lo golpeó y violó, lo amenazó y le infligió dolor? Porsche por un momento deseó ese kinn en lugar de lo que sea que estuviera actuando ahora. Esto pone aún más nervioso a Porsche. Esperando ese momento para que rompiera y hundiera sus garras nuevamente en la piel de Porsche.

"Todo listo... Ahora vamos a quitarte este vestido. "Cuando Kinn agarró la camiseta de Porsche, se retorció violentamente con miedo. Fue instintivo.

"Relájate, no voy a hacer nada". Había una expresión de diversión en el rostro de Kinn, como si la respuesta de Porsche a su toque estuviera de alguna manera fuera de lugar y fuera de lugar.

"Yo... lo haré yo mismo." Kinn no dijo nada. Dio un paso atrás en silencio y lo observó mientras Porsche se quitaba lentamente la camiseta. A pesar del calor en la habitación, Porsche podía sentir la piel de gallina mientras los ojos de Kinn babeaban por todo su torso expuesto. Su mano se congeló de nuevo en el borde de sus pantalones deportivos, luchando por dar el último paso. Pero no es como si pudiera prolongar esto para siempre... había aceptado obedecer a Kinn. No tiene otra opción que hacer nada más que eso ahora. Los gritos de Arm todavía estaban frescos en su mente.