Aristemo/Bospa

12

Pepa se sentía emocionado por su salida con Bosco, pero estaba tan nervioso que no podía elegir su outfit y justo por ahí iban pasando los Aristemo.

-Ari, Temo- los llamó.
-¿Qué pasa, Pepa?- preguntaron al entrar.
-Diganme la verdad, ¿esto se ve mal?

-Para nada, te ves bien- dijo Temo y lo abrazó por los hombros-. Pepa, los nervios hacen que te sientas así pero lo importante es que ambos se diviertan.
-Temo tiene razón- dijo Ari-. Cuando él y yo salimos no nos fijabamos en nosotros. Bosco y tú así se conocieron, ya estarán acostumbrados.

Pepa sonrió ante esas palabras de sus amigos y se sintió más tranquilo. El timbre se escuchó y eso puso nuevamente nervioso al joven Roble, pero sus amigos lo tranquilizaban.

-Pepa, mijo- llamaba Mireya-. Te buscan.
-Suerte amigo- dijo la pareja.

Pepa salió del cuarto, los Aristemo chocaron sus puños porque todo estaba saliendo perfecto.

Bosco y Pepa conectaron miradas, por alguna razón comenzaron a ponerse nerviosos, sobretodo porque esa vez se veían diferentes a como estaban acostumbrados a verse. No sabían ni qué decirse por las miles de emociones que sentían.

Vestimenta de Bosco

-¿Nos vamos?- preguntó Bosco.
-Claro- dijo Pepa-. Mamá, ya me voy. Regreso más tarde.
-Si mijo, diviértanse- dijo Mireya y volteó a ver a Nandy-. Ay manita, creo que mi niño ya encontró el amor.
-Te dije que llegaría tarde o temprano- dijo Nandy-. Además, ya era muy obvio que mi sobri anda muy enamorado de Bosco.

Bosco y Pepa caminaban por la calle, se miraban con una sonrisa nerviosa ya que no sabían qué decirse. Estaban tan sumidos en sus nervios que no sabían a dónde se dirigían.

-¿Ya tienes pensado a dónde quieres ir?- preguntó Pepa-. Yo pensaba que nos podríamos ir a un lugar con mucho ambiente.
-A mí me gustaría ir como a una cafetería o un lugar más tranquilo para poder platicar- dijo Bosco.
-¿Te gustan las crepas?
-Uff, quién no amaría las crepas.
-Bueno, conozco un lugar donde preparan unas crepas deliciosas.
-Pues vamos allá, yo te sigo.

Ambos caminaron hasta llegar a un lindo parque donde fueron a un puesto donde vendían crepas, ambos se pidieron unas dulces. Ya con sus crepas fueron a sentarse a una banca a comerlas, la disfrutaban pero más estando en compañía.

-Tenías razón, estas crepas son deliciosas- dijo Bosco sonriendo.
-Te lo dije, y aquí en el parque las disfrutas más- dijo Pepa.
-Oye Pepa, su te dije que vinieramos a un lugar más tranquilo fue porque necesito preguntarte algo.
-Claro Bos. Dime.
-¿Cómo reaccionó tu familia cuando les dijiste que eres gay?

Pepa se sorprendió un poco ante la pregunta, cuando le contó a Bosco tenía un poco de miedo en perder su amistad pero lo terminó aceptando, ahora era extraño que su amigo le preguntara pero le diría. Pero había otra razón que ni siquiera su familia aún sabía.

-La reacción de mi familia fue muy bonita- dijo Pepa sonriendo-. Salo y mi mamá dijeron que mi orientación no me cambiaría, solo que con todo lo que sucedió no se habían detenido a observarme y escucharme. Todos me aceptaron porque seguían viendo a ese chico pintor que soy.
-Sin duda tienes una familia bonita y es verdad, nada cambia en ti- dijo Bosco sonriendo.
-¿A qué se debe esto, Bos?
-Pepa... Descubrí que soy gay.

Pepa se sorprendió ante esa confesión, no se lo esperaba a pesar de que pasaran la mayor parte del tiempo juntos.

-¿Y cómo lo descubriste?- preguntó Pepa.
-Cuando Gio me besaba o me coqueteaba supe que no me atraían las mujeres y cuando tú me contaste fue cuando descubrí mi orientación. Pero ahora no sé cómo decirle a mi papá y a mi Yaya.
-Deja que todo salga de tu corazón, tienes una hermosa familia que te ama y te va a apoyar.
-Sabía que podía contarte esto porque me comprenderías.
-Aquí voy a estar siempre, Bos. Nunca lo dudes.

Bosco abrazó a Pepa, normalmente el rizado siempre tomaba la iniciativa pero esta vez fue el más alto porque se sentía agradecido. Continuaron disfrutando su salida, Bosco ya sentía una carga menos y se sentía preparado para decirle a su familia.