Capítulo 08.

461 38 47
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿G-Geto?— Suguro escuchó aquella voz temblorosa cerca de la puerta, la mujer encima de él no dejaba de saltar mientras que sus ojos hicieron contacto con su esposa que lo miraba con desilusión y apretaba sus labios conteniendo su llanto.

Quería verla destruida, así como él lo estuvo.

Pero ver aquellos ojos  cafés inundados en lágrimas y su labios tembloroso por el llanto retenido no lo hizo sentir mejor. Observó que su esposa embarazada se inclinó y gimió con un poco de dolor.

Suguro se asustó.

Aparto a la mujer que tenía encima, la rubia protestó pero no dijo palabra al ver a la esposa del hombre con el que se acostaba. No le dolía ver aquella mujer embarazada sufrir, Geto le había contado que era una infiel, así que le daba igual, mientras ella recibiera dinero por sus servicios guardaría silencio.

Shoko al ver a su esposo colocarse un pants para ir donde ella se giró sin dejar de sostener su vientre de siete meses, el dolor que sentía era insoportable, sabía que algo andaba mal, el parto se tuvo que haber adelantado.

—Shoko ven aquí— La voz imponente de Geto inundó el pasillo, estaba enfadado, y la castaña se indignó  ante aquello, aguantó su llanto y caminó lo más rápido que pudo alejándose, se detuvo al pie de las escaleras que iban al primer  piso pero una mano tiró de su brazo girándola.

—Te di una orden, al menos haz caso— Gruño Geto mirándola, la cara pálida y descompuesta de Shoko le dio algo de remordimiento, ella estaba así por su culpa —¿Que ocurre?, ¿Ya va a nacer el bastardo?— 

Aquellas palabras hirieron a Shoko como nunca, lo odio con todo su ser, le dolía que tratara de esa forma a su precioso hijo que aún no nacía. 

—¿Como te atreves a tratarme de ese forma?, ni siquiera te conozco a ahora, solo me das asco— Susurro la castaña soltándose del agarre de un tirón.

Suguro tensó su mandíbula, el rostro de Shoko se contrajo ante una contracción fuerte y Geto dio un paso a ella para tomarla y llevarla al auto, pero Shoko sentía repulsión por aquel hombre que recientemente se estaba revolcando con otra, en su propia casa y cama.

—¡No me toques!—Grito Shoko dando un paso hacia atrás con impulso e ira evitando el toque de su marido.

Sin notar que estaba al pie de la escalera, está dio el paso en falso y se fue de espalda, Geto abrió sus ojos con miedo al ver aquello, Shoko dio un pequeño grito y cayó desde la gran altura rodando un poco en el final de las escaleras.

Sangre era lo único que Geto observaba, y su ahora esposa estaba inconsciente mientras él se mantenía sin poder moverse en un estado de shock.

—¡Shoko!— Exclamó Geto despertando sobresaltado de la cama, parpadeo un poco y giró su cabeza a un lado.

Estaba vacío, hace muchos años que no despertaba junto a ella, Shoko siempre se levantaba más temprano para evitarlo. Llevo una mano a su rostro y dio un suspiro, había soñado nuevamente con aquel trágico día. 

DETRÁS DE CÁMARA (GOJOHIME SUGUSHOKO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora