Capítulo 3

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-¡¿Qué haces aquí Zayden?! - exclamo al ver al pelinegro fuera de mi casa.Estuve a punto de cerrar la puerta pero da un pequeño empujón y entra como perro por su casa-¡Vete Zayden!

-Conejita, hagamos esto rápido tengo asustos pendientes- dice y entra a mi habitación- ¿Donde están tus cosas?

-¿Cosas?, ¿qué cosas?-digo enarcando las cejas.

-Mira tu teléfono-dice Zayden.

Agarró el celular sobre la mesita de noche y veo un sms de anoche de mi padre.

~Zayden ira a buscarte mañana por la mañana, por favor recoge sólo lo necesario, ¡es una sorpresa!~

-¿A dónde demonios vamos?- le preguntó a Zayden con desconcierto.

- Tu padre quiere presentarte a toda mi familia, hoy está noche llegan mis hermanos y todos empezaremos a vivir en el mismo techo, conejita. Seremos una familia "feliz"- hace ademán de esto último como si le desagrada la idea.

-¡OH Santísimo!- en estos momentos quería que la tierra me tragara. Vivir con Zayden era el puto infierno.

- Te quiero lista en 20 minutos- dice y sale de la habitación.

Refuto por lo bajo y respiro para poder controlar la ira acumulada en mi  interior.
Empiezo a recoger todo lo necesario, kit de maquillaje,prendas ligeras, 3 pares de zapatos, mi ordenador. Cierro la maleta y miro lo que queda a ver que logró ponerme.
Me decido por un conjunto deportivo, una blusa desmangada negra y unos pantalones anchos grises. Me puse unas zapatillas deportivas a juego con la blusa y trenzo mi cabello dejando dos mechones libres.

-Ya estoy lista Zayden-digo  saliendo de la habitación. Los ojos del pelinegro me recorren de arriba a abajo.
- Vaya de princesa ayer y de conejita salvaje hoy- ahí estaba de nuevo esa sonrisa que lo caracterizaba. Lo detesto.

- ¡Muévete joder!- digo molesta.
Zayden agarra mi maleta, pero sus ojos aún me recorren- deja de mirarme así.

- ¿Así Como...?-dice y pone una expresión de perverso.

- Como acosador sexual- admito...

Zayden se ríe por mi comentario.

- Sí el destino no nos hubiera puesto en está situación te juro que contarias una bonita historia sobre la encimera de la cocina- dice guiñandome un ojo.

¡Maldito!

Estaba harta de sus comentarios cochinos. Salgo del apartamento a todo prisa.

(...)
Zayden me lleva hacia una enorme casa blanca de dos pisos. Con estatuas y columnas de mármol. Tenía un amplio jardín y una bonita fuente.

-Es hermosa- dije bajándome del auto

- Mi madre la eligió

Las puertas de la casa se abren y ahí estaba Isabella. Nos resive con una sonrisa.

-¿ Mi hijo fue cuidadoso contigo?

- Claro madre- Zayden responde por mí.- soy todo en caballero.

~el caballero por poco me saca a patadas de mi departamento~.

Sigo a Isabella adentro de la casa. Si era bonita por fuera, era muy resplandeciente por dentro. La decoración estaba muy bien hecha. La combinación de rojo y blanco en la sala de estar era más que magnífica.

- Te gusta, corazón-veo a mi padre bajar por las escaleras.

-Me encanta-admito y salto a los brazos de papá. Deposita un tierno beso sobre mi frente.

- Camille, te llevaré a tu habitación-Isabella agarra mi muñeca y subimos hacia el segundo piso.

Paramos en una puerta de azul claro, tenía mi nombre grabado en ella.
Isabella entra de primera. Lo primero que me encantó de la habitación fue el
magnífico ventanal que daba vista hacia las afuera de la mansión. Había un enorme armario, un tocador sobre él descansaba una rosa, la cama era amplia y el edredón era super suave. Me lancé sobre ella en cuestiones de segundos.

- Tu padre lo hizo a tu gusto, por lo que veo- comenta Isabella. Era más que obvio que lo había hecho él, aquella rosa sobre el tocador era más que obvio.

- Sí

-Bueno te dejo para que desempaques, linda-dicho este Isabella se va.

Vuelvo a echarle un ojo a mi nuevo cuarto. El color azul de sus paredes me trajo algún tipo de nostalgia, aunque era algo raro.

Siento toques en la puerta. Me levanto de la cama y abro.

-Tus cosas conejito-me entrega la maleta y con la misma rapidez que me la dio le cerré la puerta en la cara- ¡Se más amable!

Resoplo que resignación y empiezo a desempacar mis cosas.

(...)

Llegaron las 6 de la tarde, había mucha gente entrando y saliendo de la casa. Estaban decorando el jardín y la entrada principal. Isabella quería dejar bien claro que sería la esposa de  Scott Wood, mi padre.
Me encontraba mirando todo el espectáculo desde mi ventana.

-Amor, tienes una visita- escucho el llamado de mi padre a través de la puerta.

Me levanto de la cama y abro la puerta.

- Hola Camille

-¿Qué haces aquí, Matt?-digo asombrada.

- Tu padre me trajo a arrastras aquí- dice tocándose la parte atrás de la cabeza-¿Puedo pasar?

-Sí, por supuesto.

Mis hermanos son un peligro [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora