El Árbol de los Remordimientos

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P.O.V: Regina Mills

"¡Mamá!"

Mi hijo viene corriendo hacia mí y se abalanza sobre mi cuerpo en busca de refugio. No dudo ni un segundo en rodearlo con mis brazos y sumergirlo en un protector abrazo al que no tarda en unirse Miss Swan. Hablando en claro, no me molesta. Al contrario, el firme agarre de Emma sobre nosotros es de lo más reconfortante y colabora en el desvanecimiento de mi miedo.

No puedo creer que este día haya llegado al fin, el día en el que tengo a mi hijo de nuevo entre mis brazos. Después de tanto tiempo, por fin está aquí conmigo. Acaricio su cabello, beso su coronilla y froto su espalda con la palma de mis manos. Es real. Mi hijo es real y está aquí.

"Vaya, vaya, vaya... la familia feliz"

La voz soberbia de Peter Pan me despierta de mi ensueño y hace que Emma se separe del abrazo para mirarle. A continuación, Baelfire se acerca a Henry y lo sujeta por los hombros de forma paternal.

"No te saldrás con la tuya" afirma la Salvadora. "Ya has perdido"

"¿Estáis seguros?" pregunta con orgullosa arrogancia. "Os recuerdo que esta es mi isla, nadie sale de aquí sin mi permis-"

"¡Ya cállate, por Dios!"

De detrás del joven, aparece Mr. Gold con una curiosa caja de piedra entre las manos. El hombre interrumpe a Pan en mitad de su monólogo de villano, lanzando la tinta de calamar para inmovilizarlo, y abre la parte escarlata de la caja sin demora. De esta emana un humo de color carmesí que se acerca peligrosamente a Peter Pan, y comienza a engullirlo. Veo, poco a poco, la figura del líder de los Niños Perdidos desvanecerse en el aire, y el vapor rojizo regresar apresuradamente hasta el interior de la caja.

"No te atreverás..."

Esas son las últimas palabras de Peter Pan, antes de ser totalmente sepultado por la magia de la Caja de Pandora.

"Hasta nunca, papá" murmura Rumplestiltskin para sí mismo, pero ignora que los cuatro presentes le hemos oído.

"¿Papá?" pregunta Neal. Genial, un nuevo secreto familiar que desenmascarar.

"Larga historia" responde Rumple en voz alta, aun con la vista pegada con nostalgia a la hermética caja.

"Tenemos tiempo" insiste su hijo.

"Creo que no... ¡¿Qué es eso?!" Henry señala apresurado una figura oscura que se acerca por detrás de Mr. Gold.

El hombre da media vuelta, sin soltar ante ningún concepto la caja de entre sus manos. El ente que se acerca a mi antiguo maestro no es una persona, pero tiene forma humana... es oscura, lóbrega y tenebrosa, pero tiene dos puntos brillantes muy concretos... sus ojos. No tiene boca, ni labios... sin embargo habla y, por si fuera poco, levita en el aire como una cometa. ¿De qué se trata? ¿De un espíritu? ¿De un fantasma? De hecho, tiene una ligera semejanza al propio Peter Pan. Es como si fuera... como si fuera... su sombra.

"Chicos, es hora de irse de aquí" afirma Mr. Gold mientras se precipita hacia nosotros y, si algo he aprendido desde que conozco a este hombre es que si Rumple dice que hay que correr... hay que correr.

Henry agarra mi mano con fuerza y ambos comenzamos a correr fuera del campamento. Emma nos sigue de cerca y Mr. Gold y Baelfire lideran el camino. Nos sumergimos entre la maleza de la selva de Neverland abruptamente, esquivando troncos, hojas y arbustos. Más o menos a medio camino, a Miss Swan le da por ponerse a preguntar.

"¡¿Dónde están mis padres?!"

"¡Llegando al Jolly Rogers con los Niños Perdidos!" exclama Rumplestiltskin.

Más allá de Storybrooke [SwanQueen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora