5. EL MOTIVO DEL REGRESO DE NOAH - CONOCE A SOPHIE

22 6 3
                                    

 Al día siguiente estoy tan ocupado que no tengo tiempo para volver a hablar con el abuelo, pero no puedo dejar pasar más el tiempo, así que lo hago la siguiente noche. Entramos directo al despacho para evitar ser interrumpidos.

—Te traje con el pensamiento —dice el abuelo ofreciéndome una bebida.

Por un breve momento creí en la seriedad del hombre, pero luego pierdo interés totalmente en sus palabras.

—La hermana de Isabella está aquí de visita, es una chica muy linda, es médico y está soltera.

Lo interrumpo, no queriendo perder el tiempo en cosas sin sentido.

—Quiero hablar de Noah —a la mención de ese nombre, el rostro del abuelo toma seriedad.

—Así que ya sabes que volvió al país —se sienta frente a mí—. No estoy incumpliendo nuestro trato solo por intentar hablar con mi nieto y conocer a su señora y a mi primera bisnieta, ¿verdad?

—¿Sólo harás eso? ¿No tratarás de hacerlo volver? —pregunto recostando mi espalda en la silla y mirándolo fijamente.

Mira hacia un lado y sé que no quiere contestar, no está cómodo con mi pregunta.

—Quiero a todos mis nietos, Sebastián. Conozco el potencial de cada uno y los tres son increíbles a su manera, pero Noah...

—Es el de mayor potencial y por eso tu preferido —completo sus palabras—. Pero es listo y tiene planes diferentes a los tuyos, él no quiere este tipo de vida.

—¿Crees que yo sí quería entrar en esto? No hay forma de salir y, aunque tú lo estás protegiendo sin que él sepa, los dos sabemos que es más difícil hacerlo si está en el país. Los enemigos son muchos y, aunque él no participe en nada, está en riesgo por el simple hecho de tener mi sangre.

—Él no aceptó la promoción ni regresar al país por gusto. No regresó por nosotros —las cejas del abuelo se juntan y espera que ahonde la explicación—. Mía está enferma, está muriendo.

El rostro del abuelo palidece un poco, y sé que ahora sí está pensando en Noah de la manera que debe hacerlo. Más que nadie, él entiende lo que significa perder a la mujer que ama; todos lo vimos sufrir, casi desmoronarse, cuando la abuela falleció.

—Si nosotros volvemos a contactarlo en este momento, antes de que fallezca Mía, solo estaremos sumándole preocupaciones. Ahora debe estar centrado en su mujer y su hija, no en cuidarse y cuidarla de atentados, secuestros y dudando de las intenciones de toda persona que se cruza en su camino —echo mi cuerpo hacia el frente apoyando los codos en mis piernas—. Si lo contactas o lo visitas antes de que Mía fallezca, te aseguro que ahí sí lo perderás para siempre y no será al único nieto que pierdas.

—¿Qué tiene la chica? —dice cubriendo su rostro con una mano.

Apuro el trago que tengo en la mano para tomar valor y soltar las siguientes palabras.

—Cáncer de pulmón. Noah dice que ella no era fumadora pero que muchos conocidos sí, eso la convirtió en fumadora pasiva por mucho tiempo —continúo ahora con dolor en mi voz—. Se enteró al tiempo que su embarazo y ella decidió no someterse al tratamiento hasta que naciera la bebé para no afectarla o perderla. Ahora es muy tarde, está en etapa terminal.

—Volvieron para que ella pudiera morir en su patria y compartir el final de su vida junto a su familia —dice el abuelo.

Confirmo su afirmación con un movimiento de cabeza. Supongo que hacer eso es lo lógico en esta situación.

La nostalgia está flotando en el ambiente pero es interrumpida por un par de golpes en la puerta.

—Abuelo, ¿podemos pasar? —reconozco la voz de Isabella.

EL CALOR DE SU PIELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora