Obsession

98 8 0
                                    



En las deslumbrantes luces de la terraza, donde la ciudad de Bangkok se extendía como un tapiz nocturno, Pete se encontraba junto al  Sr. Khun Gun y el enigmático Don Lucca, discutiendo los detalles finales de su acuerdo.

Las sombras de la noche parecían alargarse sobre ellos mientras negociaban en voz baja.

—Para concluir este acuerdo, necesitamos un gesto de lealtad significativo—insistió el Sr. Lucca, con tono tranquilo pero firme.

Este hombre está lleno de manías y juegos.

Vegas asintió, consciente de la gravedad de la situación. —Entiendo, señor Lucca. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para garantizar el éxito de este pacto—

El Sr Khun Gun observó a Vegas con una mezcla de orgullo y preocupación. —Tu disposición es admirable, Vegas, pero esto implica riesgos que no podemos ignorar".

— ¿A quien desea, Sr Lucca?— intervino Khun Gun.

— Podrías darme a tu Hijo Vegas, como símbolo del acuerdo hasta estar a salvo en tierras italianas, o tienes a alguien de sumo valor.

— Tenemos a alguien  en específico. Pete es la muestra de Lealtad—

Vegas, el hijo impetuoso del Sr. Khun Gun intervino con urgencia. —Papá, no deberías permitir que Pete se ponga en peligro de esta manera. Hay otros modos de asegurar nuestro acuerdo—  hablo al oído de su padre.

El Sr. Khun Gun frunció el ceño, considerando las palabras de su hijo. —Vegas, esto es algo que debe hacerse. Es parte del camino que ha elegido".

Pete miró a ambos hombres, sintiendo la presión de sus expectativas y responsabilidades. —Señor, Vegas tiene razón en preocuparse. Pero si me permite demostrar mi lealtad de esta manera, estoy seguro de que el Sr. Lucca entenderá nuestro compromiso".

Lucca sonrió sutilmente, evaluando la dinámica entre ellos. —Pete, aprecio tu voluntad. Es un gesto que no pasará desapercibido.

El silencio tenso se apoderó de la terraza, mientras cada hombre evaluaba las implicaciones de lo que se estaba discutiendo. Finalmente, Khun Gun asintió . —Está decidido entonces. Pete, acompañarás al Sr. Lucca según lo acordado".

Pete asintió en señal de aceptación. —Entendido, señor".

La noche avanzó con promesas y compromisos sellados en la brisa cálida de Bangkok, mientras Pete se preparaba para cruzar un umbral que cambiaría no solo su futuro, sino también los cimientos de las familias a las que servía.

—-Bueno, Sr Khun Gun y Joven Vegas, en dos semanas tendrás noticias de tu guardaespaldas, símbolo de la lealtad y toda ofensa será borrada si llego con exito.Gracias, nuevamente, por tu hospitalidad. Espero que nos volvamos a ver—dijo el viejo hombre, no midiendo que Vegas no le estaba prestando atención.

El  Khun Gun le dedicó una bajada de cabeza con respeto y una sonrisa.  Vegas imitó el mismo gesto. Luego, volvío a mirar a Pete.

Los hombres  iniciaron la marcha, acompañando a su jefe a su vehículo blindado. Vegas miró por última vez a su alrededor  hasta que  Pete, lo atrapó con sus ojos y se miraron  cara a cara, y luego se marcho, junto con diferentes grupos de hombres,  perdiéndose en la multitud  de traje negro.

Ninguno de los dos dijo palabra alguna.

Ninguno de los dos muestra alguna muestra de arrepentimiento.

Se limitaban a mirarse, por que con eso se decían todo.

Los ojos de Vegas estaban cargados de ira, pero al final, cuando volvió a girarse y como si quisiera decirle unas palabras a Pete, pero era tarde ya,  nunca antes Vegas había desbordando tanta  preocupación y anhelo.

Wicked GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora