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—¿Segura que no queres ir conmigo?

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—¿Segura que no queres ir conmigo?

Me preguntó una vez mas, poniéndose la campera de cuero y mirándome fijamente con algo de duda en sus ojos.

—Si...anda dale, que cuando llegues seguro estoy despierta esperándote.

Lo mire con una sonrisa tratando de convencerlo a que vaya a trabajar. Era la primera vez que lo llamaban para que cubra a un compañero que no fue, y como era de urgencia, no podía negarse. Pero igual me vino como anillo al dedo por que necesitaba hacer algo, y tenia que ser a sus espaldas.

—Bueno, cualquier cosa me llamas ¿me escuchaste?

Agarro las llaves de la casa y del Jeep, me señalo con su dedo, y yo soltando una carcajada lo mire antes de darle un abrazo y un beso.

—Si papá...

Jodi riendo, a lo que el de la misma forma me devolvió el beso. Saludo a Toni que movía su cola feliz y se fue dejándonos solos.

—Bueno Toni...llego el momento, ¿vamos a hacerlo?

Lo mire desde arriba, el contestando mi pregunta ladró y empezó a saltar. Después de unos mimos subimos al piso de arriba, entramos a la habitación donde agarre lo necesario antes de meterme al baño.

—¿Como carajo se hace esto?

Frunciendo mi ceño mire las instrucciones y indicaciones que llevaba la caja, Toni a todo esto estaba sentado a mi lado, con su lengua afuera y mirándome como si esperara que ya lo hiciera.

—Si vos estas nervioso, imagínate yo Tonito.

Le hable, y volví a poner mis ojos en la caja, que de apoco la abrí sacando su contenido y desdoblando el papel para seguir leyendo.
Habré estado unos cuanto minutos leyendo todo bien, sin que se me escape nada de nada; y cuando ya estaba lista, el timbre sonó, y nuestra atención paso a estar en otro lado.

Al instante pensé que era Pato que se olvido algo, pero cuando caí en cuenta de que el se había llevado un juego de llaves, ya era tarde, por que ya había bajado las escaleras y me había asomado por la ventanita de la puerta. De todas formas no había nadie, eso me dio algo miedo, pero mi cabeza estaba pensando en otras cosas, por lo que no le di importancia y solamente trabe la puerta, volviendo a subir al segundo piso.

Toni a todo esto, no se despegaba de mi lado. Ya estaba mas grande, y mas pesado. Estaba hermoso.
Una vez mas, volvimos al baño donde ahora si, baje mi pantalón, sentándome en el inodoro para hacerme el test de embarazo.
Cuando ya estaba, le puse la tapita y lo coloqué en el borde del lavamanos.

—Ahora a esperar...¿decís que da positivo?

Nerviosa mire a Toni que ladeo su cabeza enseguida. Dudosa limpie mis manos que estaba levemente transpiradas por los nervios, y revise el test.

Cae el sol || Patricio Sardelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora