18. Vuelves en cada sueño que tengo (y ya no sé cuál es real)

556 57 13
                                    

No tenía una forma concreta de explicar por qué había decidido no darles importancia a sus sentimientos por Jungkook tantos años atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No tenía una forma concreta de explicar por qué había decidido no darles importancia a sus sentimientos por Jungkook tantos años atrás. Taehyung había borrado aquel beso que había existido entre ellos y del que su mejor amigo no se acordaba, enterrándolo en lo más profundo de su cabeza y de su corazón. Se guardó para sí mismo el impulso que sintió aquella noche, privándose de él y diciéndose hasta el cansancio que estaba mal.

El verano fue una autentica tortura, sobre todo en las noches de película de los viernes, donde Jungkook se acurrucaba contra él y le hablaba de cerquita, ignorando completamente como se tensaba y lamía sus labios de ansia por- No sabía qué era exactamente lo que ansiaba de él, pero lo quemaba por dentro.

Fue un tiempo de descubrimientos. Jungkook lo sentó con nerviosismo una calurosa tarde de agosto en la sala de su casa, un día que sus padres no estaban, y le dijo con voz chiquita y ojos atemorizados que era gay. Taehyung sintió que su cabeza era metida en un balde de agua fría, su corazón palpitó en su pecho como si fuera la primera vez que lo hacía en toda su maldita vida.

Una lucecita se encendió en su cerebro, pero se repitió que estaba mal. Así que solo palmeó el hombro de su mejor amigo y le sonrió, fingiendo su mejor mueca de tranquilidad.

—Qué bien saberlo, Jungkookie. ¿Tienes polos por aquí? Me muero de calor.

Esa había sido su reacción. Simplemente evadir el tema, hacer ver que todo estaba bien y, de hecho, lo estuvo. Cuando se marchó a Seúl para iniciar sus estudios universitarios en septiembre de ese mismo año, pensó que desaparecería la necesidad que no lo había dejado ni respirar correctamente durante meses. Según él, distancia le daría tiempo para curar sus extraños sentimientos, y también se podría dedicar a construir algo de lo que él y Jungkook pudieran disfrutar más adelante, siendo mejores amigos.

Conoció a Jimin no mucho después. Verle ser tan empalagoso y cercano con Namjoon, su pareja, fue como una terapia de choque para él. Por más que lo intentó, no pudo evitar verse reflejado en ellos, ansiando lo que tenían con todas sus fuerzas.

Se autoconvenció de que solo envidiaba su bonita relación, pero no era cierto. Envidiaba su relación porque eran dos hombres saliendo abiertamente, construyendo una vida juntos, y él había deseado eso durante los seis segundos que duró su beso con Jungkook en aquel lavabo desconocido.

Pero, ¿cómo podía ser? Nunca se había sentido atraído hacia los hombres, ni en la menor medida. ¿Por qué su corazón estaba traicionándolo de aquella manera?

¿Por qué con Jungkook, de entre todas las personas?

No podía permitirlo, no cuando era lo más preciado que tenían. Él era heterosexual y valoraba su relación con su mejor amigo, no iba a ponerla en riesgo por una tonta etapa de curiosidad.

Así que bloqueó cualquier cosa relacionada con su sexualidad. Vivió sus primeros años universitarios de cama en cama, entre las piernas de cualquier mujer que le diera permiso, sintiendo que entre más sexo tuviera, más se reafirmaría en su posición.

Si Fueras Una ChicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora