CAPITULO 8: TOÑO

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— Ya no puedo más —exclamó Guisela con el cuerpo adolorido y cubierto de heridas.
— ¡Esto esta fuera de control, debemos resguardarnos antes de que anochezca—alertó Toño.
Habían caído muchos hombres en batalla. Haein junto a sus compañeras ayudaron a los heridos. Iaru colaboró con ellas.
De repente un silencio absoluto, los misteriosos sujetos habían huido.
De una de las nubes oscuras cayó un poderoso rayo. Luego un sonido extraño invadió las montañas.
Toño se quedó inmóvil para escuchar más atentamente.
— KSK —murmuró.
A lo lejos, entre rayos, se observaba a unas 30 criaturas volando sobre las montañas del sur, venían hacía ellos a gran velocidad. El sonido se escuchaba cada vez más fuerte.
— ¡A correr! —gritó Haein.
— Permanezcan juntos. Esto se pondrá feo —respondió Luketi sin sacar la vista al cielo.
Gless junto a sus hermanos se quedaron corriendo detrás de todos, con sus armas en mano. Emilio corría con gran dificultad. No dejaban de vigilar al cielo que ahora se tornaba oscuro.
A Entrick se le había abierto los puntos, trataba de mantenerse de pie y correr lo más rápido posible. Sentía que iba a desmayarse en cualquier momento, sus manos con ampollas sangraban y estaba sumamente sediento.
Dos KSK se desviaron hacia las cavernas.
— Rak... —dijo Gless con la mirada perdida.
— ¡Ve con ella! —gritó Luketi.
Kruel intentó salir detrás de él pero Luketi lo detuvo.
— Tú quédate aquí. —ordenó fríamente.
Gless corrió en dirección contraria a toda velocidad en busca de Raksey.
Toño sabia que esta lucha sería mas difícil que las anteriores, con sus compañeros heridos y la falta de su líder.
Cuatro de las criaturas blancas fueron directo hacia los Mavre, que estaban a varios metros del grupo.
Facundo cortó con su espada la cabeza del KSK mas grande. Emi, que había cortado uno de los brazos de la segunda bestia, recibió un rasguño por parte del tercero. Gaona volteó para proteger a su hermano y luchar contra el monstruo haciéndole notables daños. Facu con gran esfuerzo logró cortar la cabeza de ambas criaturas y al cuarto lo dejó inconsciente de un golpe en el cráneo.
Al mismo tiempo una docena de KSK ya se dirigían hacía el resto del grupo.
Las mujeres junto a los mas jóvenes lanzaron flechas hacia el cielo, cinco de las criaturas cayeron muertas al suelo. Un KSK le arrebata el arco a una de ellas, lo destroza y después la avienta hacia el cielo, un rayo la electrocuta y luego cae muerta a la nieve.
Mathias, uno de los mejores amigos de Cabo, era muy habilidoso con la ballesta, impactaba tiros acertados hacía las criaturas. Estaba acompañado en todo momento de su hermano mayor, Torillo. Ambos lograron aniquilar a varios de los feroces monstruos. Luego ayudaron a cargar a los heridos junto a su prima, Haein.
Un KSK ultra delgado tomó del cuello a uno de ellos y le perforó los ojos con sus garras. Luego tomó a otro humano pero este le apuñala con su daga directo al corazón, la bestia cae rendida.
Kruel batallaba contra dos criaturas al mismo tiempo con su gloriosa alabarda, sus movimientos eran perfectamente ejecutados.
Guisela tiró su arco y con su daga se dirigió hacia donde estaba Weed.
— ¡Cuidado! —gritó ella.
Weed se dió la vuelta y vio a la criatura blanca frente a sus ojos. Guise se paró enfrente de él y logró apuñarlo pero el KSK ya había atravesado su pecho arrancándole el corazón. El monstruo cayó inmediatamente al suelo y la morena llena de sangre se dio la vuelta para mirar a su amado y caer en sus brazos. Weed entre lagrimas gritaba desgarradoramente su nombre
— ¡Guise!. ¡No! ¿Por qué, mi amor? —lloraba desconsoladamente.
Los hermanos Mavre quedaron impactados ante este suceso. Facundo se llenó la cara de lágrimas.
Mientras tanto Kruel, con su letal alabarda, había conseguido aniquilar a cinco de ellos totalmente solo.
La nieve ahora estaba coloreada por tonos rojizos y azules.
Entrick, adolorido, batallaba junto a los hermanos Sasaki contra dos KSK hembras. El menor de ojos rasgados clavó una flecha con su ballesta en el medio de la cabeza de la fiera mas grande, y la segunda saltó sobre su hermano para, con sus garras, desgarrarle la piel de su abdomen.
— ¡Mierda! —gritó Xanix— ¡Entrick por favor ayúdame!
Entrick giró para golpear fuertemente a la KSK. El rubio agarró el puñal que guardaba en su cadera y la apuñaló en la pierna derecha, ella finalmente cayó con dolor.
Frannco se dirigió hacia su hermano para ayudar a vendarlo rápidamente.
Facu se acercó a Guise, se llenó las manos de sangre abrazándola pidiéndole que no se vaya.
Weed con aún lagrimas en los ojos, se levantó y con su espada fue con ira hacía un KSK cortándole el cuello, con ya el muerto en el suelo continuó apuñalándolo, estaba furioso y triste. Raica se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Weed no pudo contenerse más y cayó a la nieve desconsolado.
Los últimos tres aún luchaban contra los Nigzis, Kruel fue inmediatamente para ayudarlos.
Un KSK que apareció de imprevisto, aplastó con sus garras la cabeza de Toño, que estaba gravemente herido. Este cayó duramente al suelo.
— ¡No! —gritó Raica con la cara horrorizada, que lo había dejado solo para consolar a Weed.
Facu se tomó la cabeza con ambas manos ensangrentadas. No podía creer lo que estaba viendo.
Weed quedó inmóvil con las manos temblorosas. Hacía apenas unos minutos había perdido a su amada y ahora a la figura paterna del grupo. Se sentía totalmente culpable.
El monstruo salió volando.
Kruel notó que había mucho silencio nuevamente. Este tomó del brazo a Weed.
— Vámonos muchacho, debemos permanecer con vida.
Weed observó el cuerpo sin vida de su amada y sin dejar de mirarla caminó junto a Kruel.
Raica guardó su duo de dagas y tomó la espada de Toño.
— Adiós fiel amigo. —dijo con la mirada triste y se marchó junto al grupo.

En las Montañas del FauriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora