CAPITULO 9: GLESS

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Gless llega corriendo y ve al hombre misterioso con Raksey inconsciente en sus brazos.
— ¿Qué hiciste desgraciado?
El individuo encapuchado da un chasquido y la joven líder permanece flotando en el aire.
— ¿Qué carajo? —pensó el Delvas.
Alzó su hacha y se aproxima a él. El hombre logra esquivarlo. Y lo patea fuertemente para alejarlo unos metros.
Gless gruñe y vuelva a intentarlo, nuevamente sin éxito. Decide entonces arrogar su hacha y pelear puño a puño.
Golpea al desconocido fuertemente en la cara. El sujeto le devuelve el golpe y luego con una patada en el medio del abdomen lo aleja nuevamente. Gless se queja del dolor pero permanece de pie sin sacarle los ojos de encima.
El hombre lanza un último golpe directo a la cara y tráquea su pierna derecha, Gless cae y vuelve a agarrar su hacha para cortarle el abdomen.
— ¡Mierda!... —se queja.
Inmediatamente este apuñala el brazo derecho de Gless con una daga que guardaba en su cadera y se aleja unos centímetros mirándolo serio.
Un KSK joven aparece, toma a Gless y lo tira contra una roca. Un segundo monstruo blanco se presenta, lo rasguña y avienta contra el suelo agresivamente para luego arrancarle el corazón.
Los dragones humanoides se alejaron volando.
El muchacho de negro lentamente se bajó la capucha y su cabello se movía por la suave brisa del viento.
Se acerca hacia Raksey que seguía dormida en el aire, da un chasquido cae en sus brazos.
Luketi observaba con sus ojos brillantes esta última escena desde los árboles.
Su aliada y el hombre se alejaban. El chico de ojos azules los siguió sigilosamente hasta llegar a un búnker de hierro.

En las Montañas del FauriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora