Capitulo 8: Corazón Salvaje

376 32 2
                                    

El jueves por la tarde a primera hora tendrían clase de anatomía con Gustavo, el profesor cada vez se hacía más cercano a Lucero, incluso se había ofrecido a llevarla a su casa, sin embargo ella lo rechazaba. Ya bastantes problemas tenía en su vida como para agregarle uno más. Con todo lo que había vivido en casa de su suegro tenía enredada la cabeza, al principio creyó que solo era sexo lo que buscaban tanto Manuel como ella, hasta se llegó a decir que todo eso lo estaba haciendo por venganza, pues Julián ya debía pagar todo lo que le había hecho en tantos años juntos, sin embargo cuanto más lo pensaba más se daba cuenta de hacia que dirección estaban yéndose sus sentimientos. Las cosas con Julián estaban estables, habían regresado, habían hablado, para ella todo era un círculo, estaban bien y de la nada Julián buscaba pelear sin razón, tenían una fuerte discusión y luego ambos trataban de arreglarlo. Lucero estaba cansada de la situación, cada día se sentía más atraída por su cuñado y Julián pasaba a un segundo plano.

A veces fantaseaba con Manuel y ella haciendo el amor en la sala de su casa cuando todos estuviesen dormidos, había incluso planeado invitarlo a tomar algo y estando allí acercarse para probar otra vez sus labios y consumar lo que ambos deseaban, sin embargo la actitud de Manuel siempre era muy misteriosa para ella. Mediante whatsapp el hombre siempre era muy frío, distante, llegando incluso a dejarla en visto, odiaba eso de él. Aunque pensándolo bien era mejor así, Camila le había confesado una vez que ella sabía cómo acceder a los mensajes de Manuel y le atemorizaba el solo imaginar qué podría pasar si alguien llegara a descubrir lo que entre ambos estaba pasando.

——————

Gracias a que había estado terminando un trabajo de la universidad llegó tarde a la primera clase, trató de dirigirse rápidamente hacia el salón cuando chocó con un cuerpo mucho más alto que el suyo, era Gustavo.

–Auch –Exclamó tocándose el codo pues le dolía–
–¿Qué te pasó?
–Creo que el raspón ha sido más profundo de lo que creí
–Déjame ver

Muy sutilmente fue levantándole la manga de la camisa del uniforme que Lucero llevaba puesta, comenzó a examinar cuidadosamente deteniéndose al ver una expresión de dolor en el rostro de ella. 

–Parece que realmente está profunda, quería poder acariciar tu piel pero no así.

Lucero ya se había acostumbrado a los comentarios fuera de lugar que le hacía Gustavo, ya no le incomodaba, no porque le gustara sino porque sabía que así era él

Con sumo cuidado la ayudó a levantarse y la llevó a la enfermería, no permitió que la enfermera la vendara sino que lo hizo él, además de brindarle un analgésico para el dolor y aplicar una compresa de hielo en el lugar afectado

Debía de reconocer que el hombre era un perfecto caballero cuando se lo proponía. Al terminar la ayudó a dirigirse hacia el salón, iban charlando de cosas triviales ella apoyada en él cuando Manuel salió de su salón de clases,  los había visto y sin pensarlo abrió la puerta para ir a su encuentro, no le había gustado nada ver como Lucero estaba riéndose con ese patán, él se sentía posesivamente celoso con ella, era la primera vez que le pasaba con alguien, y  era ridículo que le pasara con su cuñada pero no podía evitarlo  

–¿Qué ocurre? –preguntó al ver como Lucero estaba abrazada a Gustavo
–Me caí y...
–¿estás bien? ¿Cómo pasó? ¿Ya fuiste a la enfermería? Déjame les digo a los alumnos que...
–Manuel –Lucero lo interrumpió bruscamente, Gustavo había notado la preocupación excesiva en la cara de su cuñado– estoy bien, tengo que ir a clase, Gustavo fue muy amable en acompañarme, él personalmente se encargó de mí, discúlpanos, tenemos que ir al salón
–Ya no falta casi nada para que termine mi clase, ¿por qué mejor no te llevo a tu casa? Cuando pase el efecto del analgésico te va a doler de puta madre, lo mejor es que descanses.
–No se preocupe profesor, yo mismo me encargaré de llevar a mi cuñada a su casa –Dijo Manuel en un tono casi autoritario–

INEVITABLE (Lucero y Mijares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora