Capítulo 29: Encadenado

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Una mirada bastó para obtener la respuesta a la pregunta que le había hecho segundos antes, se sintió muy decepcionada por lo que con el poco orgullo que le quedaba giró su cuerpo y rápidamente salió del lugar, Manuel dejó el dinero sobre la mesa y corrió detrás de ella, la tomó delicadamente del codo e hizo que se detuviera, quería inventar mil excusas pero las palabras se quedaron atoradas en su garganta.

-Si me permites puedo decirte cómo sucedieron las cosas
-No Manuel —Se soltó tranquilamente— No quiero oír ningún tipo de excusa. —Lo miró directo a los ojos— ¿Sabes cuántas veces he escuchado a tu hermano decir las mismas cosas?
-No te confundas, no soy Julián —Metió las manos a sus bolsillos—
-¿En qué estado estaba yo la primera vez que Julián me fue infiel?

El dolor en sus palabras lo hizo sentir pequeño, la forma en la que lo estaba mirando justo en ese momento le recordaba a aquel día cuando solo le faltaban 2 meses para dar a luz, en un domingo familiar, Julián había llegado en la noche después de haberse reunido con una supuesta amiga en un hotel para despedirse, al entrar por la puerta Lucero supo de inmediato qué había pasado en ese lugar, lo arrastró a la intimidad de una habitación y a solas lo confrontó, él le había mentido y ella le había creído. Y ahora varios años después se encontraba en la misma posición, había creído ciegamente en un hombre y una vez más le habían fallado.

-Esta bien, reconozco qué hice mal, pero tú también hiciste lo mismo y yo no te reclamé nada.

En el instante que dijo la última palabra se arrepintió, como si la hubiera golpeado Lucero retrocedió al escucharlo

-¿Lo hiciste por eso? —negó con la cabeza mostrando su decepción—
-No, por supuesto que no

Lucero no quería escuchar sus estupideces por lo que caminó en dirección a la avenida, cuando un taxi se detuvo a su lado Manuel llegó hasta ella y despidió con enojo al taxista quien después de unas cuantas palabrotas se fue.

-Esta bien, si, me acosté con Camila y no, no fue por venganza o celos —mintió— tampoco voy a pretender darte una excusa porque nada va a poder explicarte el porqué lo hice, ni yo mismo sé, sonaré muy patético y lo soy. Después de que pasara me arrepentí porque ahora lo que de verdad quiero es dar por terminada esa relación, quiero ser un hombre libre, estoy seguro de que mis hijos pueden gozar de una mejor calidad de vida si su madre y yo no estamos juntos, por eso me arrepentí, porque le di una falsa idea de mis sentimientos por ella, cuando la realidad es que ya no hay nada en el plano romántico que nos una. No te voy a pedir que me comprendas, porque yo no puedo hacerlo, no te voy a ofrecer una excusa porque tampoco la tengo, simplemente diré que pasó por una discusión 
-¿Discusión?
-Si, estábamos peleando por algo, me acusaba de serle infiel contigo, y sin muchas más opciones traté de demostrarle que no pasaba nada, la llevé al baño y...

Lucero dejó de escucharlo, la ofuscación del momento se había ido dando paso a la aceptación, ella tampoco podía reclamarle nada cuando semanas atrás se había acostado con Julián producto de la confusión y cuando erróneamente creyó que eso resolvería sus dudas, haber tenido sexo con él le había hecho comprender que en efecto aún lo quería, sería tonto decir que no, era el padre de sus hijos y el hombre con quien había estado durante los últimos 10 años de su vida, a él debía agradecerle por haber sido su hogar y refugio durante tanto tiempo, sin embargo aunque sí lo seguía queriendo ya no se sentía enamorada de él, analizándolo bien, incluso antes de que se fuera del país ella comenzaba a sentirse cada vez más alejada, la complicidad de la que una vez gozaron poco a poco se fue convirtiendo en rutina y cada vez discutían más seguido, además para ella siempre fue importante el que sus hijos vivieran junto a padres, eso les brindaría la estabilidad y seguridad que necesitarían para el futuro, tampoco podía negarse que aunque hubieron momentos de dolor y sufrimiento, su relación con Julián le había enseñado una parte suya que desconocía, una en donde podía amar con mucha intensidad, además no todo estaba enmarcado por el dolor, Julián era un hombre cariñoso, divertido, un excelente padre y magnífico amante haciendo que ella se aferrara a él con la esperanza de que ambos superaran cualquier obstáculo y fortalecieran su amor, pero ahora se daba cuenta de lo mucho que lo había idealizado haciéndose menos ella para enaltecerlo a él. Sin embargo desde que estaba con Manuel logró redescubrir esa mujer que había creído enterrada para siempre, él le había devuelto el brillo y la seguridad que había perdido en el camino. Se sentía agradecida con Julián, pero no podía seguir permitiéndose a sí misma aceptar las migajas que provenían de él, estaba cansada de que la menospreciara y que no la tomara enserio, estaba agotada de su deslealtad, de sus faltas de respeto y de su hipocresía, durante mucho tiempo se había negado a aceptar la realidad de su relación, más allá de sus hijos, lo único que los unía era el sexo que disfrutaban diariamente. Ahora viéndolo todo desde otra perspectiva, se daba cuenta de que si seguía a su lado era debido a los temores, ella había crecido en el seno de una familia quebrada donde las peleas de sus padres eran la cotidianidad, al formar una familia con Julián ambos pactaron que eso no lo vivirían sus hijos, ellos gozarían de una familia unida y amorosa, el problema era que en honor a esa promesa ella había olvidado defenderse de los ataques constantes que vivía a manos de Julián, había llegado a tolerar todo tipo de desprecios por el bien de sus hijos olvidando su valía,  olvidando que ella también merecía crecer junto a su pareja, sacrificó sus sueños por vivir los de él, había enterrado la promesa que un día siendo adolescente se había hecho, ella no se limitaría a tener una vida como la que tuvieron las mujeres en su familia, ella no aguantaría humillaciones solo para complacer a un hombre, lamentablemente su mamá y su abuela habían decidido ser la sombra de sus maridos y tal idea se le habían inculcado desde pequeña, sin embargo ahora que era madre de una niña debía sacar fortaleza para romper con ese patrón y enseñarle a Dulce que no debía sacrificarse por nadie si el otro no está dispuesto a hacer lo mismo por ella.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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