Capítulo 6: Mi refugio y libertad

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Lucero:
Rápidamente Manuel se quita de encima mío y me ayuda a vestirme antes de que alguien nos vea, la adrenalina que sentí fue realmente fascinante, corriendo me metí en el cuarto de almacén de alimentos que estaba contiguo a la cocina, según yo estaba buscando ahí palomitas de maíz para hacerles a los niños a la hora que llegaran, realmente mi suegra no se comió nada de lo que inventamos, Manuel se puso a "ordenar la posición de utensilios de cocina'', me reí muy bajito como niña traviesa cuando lo ví ordenando el desastre que hicimos, Manuel me elevó casi hasta tocar el cielo y sólo haciendo uso de su lengua, quería terminar esto, pero luego comencé a sentir desespero interno por nuestro actuar, cómo fuimos capaces de algo así, es el hermano de mi esposo, lo mejor será hacer como si nunca hubiese pasado...

Manuel:
Instintivamente me relamo los labios tratando de conservar en mi mente el que se convertiría en mi nuevo sabor favorito: Lucero.

Nunca pude yo imaginarme que el sexo oral fuera tan malditamente excitante, sentir como me tomaba del cabello para impedir que me alejara de ella y así continuar penetrándola con mi lengua, o el oírla gemir o sentir como las piernas se le tensaban por mí, todo eso fue una experiencia nueva, en trece años que he estado con Camila, podía contar con los dedos de una sola mano las veces que me permitió satisfacerla con mi boca, y me sobraban dedos, le disgustaba, me lo decía siempre, sentí que era mi culpa pero había descubierto que no era del todo así, el rostro sonrojado de Lucero me dió a entender que la había pasado tan bien como yo.

La tarde había transcurrido con total "normalidad", cuando nuestras miradas se encontraban, sonreímos al otro, la adrenalina nos había dejado el corazón disparado, y a mi me dolía el cuerpo de la necesidad que sentía por derramarme dentro de ella, necesitaba oírla gemir mi nombre una vez más.

"Si, si Manuel, es solo sexo" trataba de convencerme a mí mismo cuando el rumbo de mis pensamientos dio un giro inesperado al verla con los niños. Mi mente jugó conmigo y empecé a imaginarme que esa era mi familia, ella mi esposa y los 4 niños eran nuestros hijos, ella era el tipo de madre que yo hubiera amado que mis hijos tuvieran, siempre atenta, alegre, dispuesta siempre a jugar con ellos, nunca la había oído quejarse. Mi vida sería muy diferente si nos hubiéramos conocido antes.

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Camila había faltado un par de días más al instituto, decir que su carrera significaba algo para ella era mentir, no le interesaba en lo más mínimo aunque quisiera pretender que si, su embarazo no era de alto riesgo y podía asistir a clases sin embargo, la gestación se había vuelto una excusa que usualmente usaba para evitar ir los días que Manuel no podía llevarla.

Las compañeras y una de las maestras habían hablado con Lucero para planear y organizar un pequeño baby shower para Camila, todas sabían del vínculo entre ellas por esa razón la buscaron para la coordinación, Lucero en realidad sentía que no se lo merecía, Camila distaba mucho de querer al pequeño ser que cargaba en su vientre, menos a los otros dos que dependían de ella, las pocas veces que habían platicado, Camila le había manifestado que para ella los tres niños eran su boleto para una vida sin trabajo, gracias a ellos, Manuel siempre la tendría que mantener, ella no era ni cariñosa ni velaba por la protección de ninguno, se podía ver en la pequeña Fernanda, que a pesar de su corta edad, con sólo 5 años tenía una mirada tan triste... Sin embargo Lucero también sabía que esa celebración podría alivianar un poco los gastos que se le avecinaban a Manuel, y que el nuevo bebito no tenía la culpa de la mamá que tendría. Es por eso que aceptó hablar con Manuel para que él también fuera partícipe de la pequeña fiesta.

Después de lo que había pasado el fin de semana en casa de doña Martha no habían hablado mucho, más que un saludo cuando se encontraban en el instituto, intercambio de miradas profundas, coquetas y sonrisas a distancia llenas de nerviosismo y picardía, pero más allá de eso no había ningún tipo de interacción entre ellos, por eso decidió enviarle un mensaje por WhatsApp

INEVITABLE (Lucero y Mijares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora