Capítulo 16: A quién voy a engañar?

339 27 6
                                    

Lucero:

Escuchar de boca de Manuel que comenzaba a enamorarse fue para mí la más dulce de las confesiones, yo misma empezaba a sentirme así, no podía negarlo, él en poco tiempo se había convertido en mi fuente de vida, tan sencillo como eso, disfrutaba de su compañía y de cualquier cosa que tuviera para decirme, esperaba topármelo por los pasillos, además me sentía cada vez menos atraída por Julián, en mis pensamientos solo cabía una persona, Manuel, quería confesarle de mis sentimientos también, pero por Dios, Camila acababa de tener a su bebé, sabía que ella no quería a Manuel como pareja pero yo tampoco podría comenzar a trabajar en mi felicidad por encima de ella, para comenzar, nuestra situación no era la más fácil, ambos teníamos otras personas en nuestras vidas, teníamos hijos, ¡somos cuñados! No sería tan sencillo para ninguno de los dos, primero debíamos tener claro los pasos que debíamos seguir para sembrar los cimientos al construir un futuro, si es que lo había, debíamos esperar un poco más, dejar las cosas claras con todos y entonces ahí sí podríamos comenzar a pensar en darnos una oportunidad, es por eso que tuve que decirle eso.

Me sentía muy confundida y él no me estaba ayudando, añadido a eso también estaba la sensación de que gracias a sus gestos románticos a la vista de todos, podríamos ser descubiertos más temprano que tarde, de verdad que me enternecía el hecho de saber que nunca en su vida tuvo a alguien más cuando estaba con Camila, podía notarlo ya que no sabía cómo manejar la situación ni sus emociones, pero era precisamente eso lo que me atemorizaba, momentos como el que acabamos de vivir por supuesto que eran divertidos, todo esto de la adrenalina era verdaderamente excitante pero por otro lado también me acobardaba y tristemente uno de los dos tenía que parar, para mi mala suerte lo tuve que detener yo. No sabía como mierda hacía Julian, como putas podía vivir constantemente así, con la incertidumbre de que alguien iba a descubrirlo teniendo un aventura. Esta tensión me estaba pasando factura, dolores de cabeza fuertes y demás problemas físicos me estaban afectando, quería que Manuel se alejara de mí y así poder poner en claro mis sentimientos.

Quise detenerlo y corregirme, decirle que era mentira, que yo también estaba sintiendo lo mismo, pero me contuve, me dio una última mirada y salió por sus hijos, se suponía que las cosas no debían ser así, yo menos que nadie quería que sufriera, sin embargo ya era tarde, lo vi despedirse de su papá y de María para minutos después marcharse sin ofrecerme una sola mirada, bueno si, sabía que lo había herido, y me lo merecía, aunque sabía que tal vez era mejor así, el dolor que se reflejaba en sus ojos de verdad me perseguiría siempre, saber que yo era la causante de eso me mortificaba demasiado, sin embargo nada me prepararía para el dolor semejante que viviría más tarde en la universidad.

Estaba preparándome para un examen que tendría ese mismo día, por supuesto Manuel no querría llevarme así que había aceptado la ayuda de mi suegro, le había pedido que me dejara más temprano debido a que había acordado con Chanty estudiar juntas, aunque la conocía hacía poco de verdad se había ganado mi confianza, era divertida, lista y muy sabia, nos llevábamos perfecto, se había quedado de piedra cuando se enteró que Camila era la esposa de Manuel, yo me había reído muy fuerte cuando me dijo que había creído que él y yo estábamos saliendo, según ella se notaba que nos gustábamos, le expliqué que antes nos caímos mal y que mi marido era su hermano, jamás se imaginó que era Camila la que estaba con él, y es que desde el principio él le había pedido  que nadie supiera de su vida privada, por eso siempre se aseguraba de dejarla una esquina lejos del instituto y así mismo la recogía.

Después de chismear nos dispusimos de lleno a estudiar, yo me sentía confiada pero ella necesitaba un poco de ayuda respecto al examen, así que afuera del salón y comiendo un par de tacos comenzamos a repasarlo todo. Estaba tan enfrascada en lo que leía que no me di cuenta cuando Manuel llegó, Chanty me codeó sin disimular ni un poco y cuando alcé la vista con su cabeza me instó para que volteara a mirar hacia la zona de las escaleras, de repente sentí un escalofrío avanzar por mi columna, mis dedos comenzaron a temblar ligeramente, seguramente producto de lo que sentía al ver una escena así, Manuel y Camila venían tomados de las manos, curiosamente ellos nunca lo hacían, ella venía carcajeándose de algo que él le decía, ambos tenían el cabello húmedo, me imaginé que era por lo que había pasado entre ellos esa misma tarde, los odiaba, odiaba a Manuel, odiaba que se comportara como un hombre enamorado cuando claramente no lo era, mientras a mí cada vez me costaba más y más fingir que sentía amor por Julián.

INEVITABLE (Lucero y Mijares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora