Capítulo 21: Baby

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El trayecto a su casa había sido muy silencioso puesto que cada quien estaba sumergido en sus pensamientos, después de la revisión, el doctor le había sugerido tomar algunos complejos vitamínicos pues si no se cuidaba lo suficiente tendría anemia, Manuel había comprado la receta de vitaminas y Lucero le pidió llevarla a su casa, no hablaron mucho y ella agradeció su silencio, al pasar por una pequeña tienda Manuel quiso comprarle algo de tomar.

–Tómalo, te ves pálida –Abrió una bolsa de leche saborizada y se la dio–
–Solo llévame a mi casa por favor
–Pero...
–Manuel, solo llévame a mi casa –repitió–

Él condujo hasta allí y solo se fue hasta que la vio entrar. ¿Qué haría ahora? Si, muchas veces había fantaseado vivir una situación así con Lucero pero ahora tal situación era real y no tenía un plan para seguir, decidió quedarse en la casa de su madre, no tenía la energía para tratar con Camila ahora, tenía muchas cosas en qué pensar. Por su parte Lucero en cuanto cerró la puerta de su habitación llamó a Chanty, sin mucho más que decirle, le contó que en efecto estaba embarazada, y como lo esperaba, hablar con ella la calmó al instante, sin juicios ni palabras malintencionadas la aconsejó, lo mejor era interrumpir el embarazo y olvidarse por el momento de la absurda aventura que sostenía con quien fuera el hombre que la tenía en ese estado, esa conversación la devolvió a su centro, su amiga era una mujer que le ganaba en experiencia y tenía la razón, Chanty se ofreció a acompañarla al lugar para brindarle su apoyo moral y Lucero le agradeció, contar con una amiga como ella realmente era su salvación. Aunque tuviera muchas dudas, la realidad es que Chanty la había hecho reflexionar, si bien su instinto maternal le hacía querer proteger al pequeño ser que crecía en su vientre, la realidad es que lo mejor era interrumpir el embarazo, su compañera de estudio la había hecho entrar en razón, y ella había terminado por aceptar su consejo y seguirlo al pie de la letra, primero tendría que cortar todo lazo que la unía a Manuel, ocuparse del feto y después enfocarse en su marido, emplearía toda su energía en eso, se obligaría a volver a amarlo, tendría que ser así.

A las dos de la mañana pasadas se despidieron, ambas tenían que levantarse temprano ya que un largo día las esperaba, dos exposiciones para las cuales estaban muy poco preparadas además de las tareas domésticas que tenían que hacer antes de ir a la universidad, quedaron en estudiar durante el día para poder tener las mejores notas, 3 horas exactas habían estado hablando y Lucero no dejó de agradecerle por escucharla durante tanto tiempo.

Al meterse en su cama empezó a pensar en todo de una forma más clara. Tendría que hablar con Manuel, le había parecido verlo entusiasmado con la idea de un bebé de los dos y es por eso que su tarea era una vez más bajarlo de las nubes y hacerle ver la realidad, la situación en la que ambos estaban inmersos no era la más sencilla, sin embargo Manuel podría dificultarle aún más la resolución que había tomado si se encariñaba con el bebé. Ahora podía entender porqué últimamente tenía tanto sueño durante el día, además, claro, de quedarse hasta la madrugada hablando con Chanty, su estado actual la hacía ponerse somnolienta, así había pasado en sus dos embarazos anteriores.

Julián y ella habían planeado ir por el tercer bebé, ella realmente quería vivir otra vez un embarazo, la gestación y cuidados que un neonato requería era algo para lo que ella había nacido, adoraba sentir los movimientos del bebé y los latidos del corazón, en general, era una experiencia que ella siempre disfrutó al mil, además los bebés le encantaban y para ella nunca había sido un sacrificio dedicarse al cuidado de sus hijos, afortunadamente siempre contó con Julián, como esposo podía quejarse siempre, pero como padre en cada momento sintió su apoyo. Un bebé, un bebé empezaba a depender de ella en su interior, sonrió, se acarició el estómago, seguramente tendría el tamaño de un frijol, ¿tendría la sonrisa de Manuel? ¿Se parecería a él o a ella? ¿Sería introvertido o extrovertido? ¿Querría él que fuera niño o niña?. Se detuvo al instante, no podía permitirse meterse en ese terreno, tenía que dominar su instinto maternal, lágrimas se formaron en sus ojos y ella con mucho enojo se las limpió. Esa noche en sus sueños apareció la imagen de una pequeña niña que le sonreía, rizos dorados adornaban su pequeña carita, terca como Manuel y dulce como ella, con una sonrisa que le derritió el corazón corría por la casa con su risa llenando el lugar, Manuel apareció tras ella, la atrapó en el aire y le dio un sonoro beso «te amo mucho beba» le decía él mientras la apretujaba entre sus brazos.

INEVITABLE (Lucero y Mijares)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora