Muy poca gente va a aceptar esta verdad de buena gana, pero resulta que muchos de los logros médicos más importantes que disfrutamos hoy en día tienen su piedra angular, a varios de los abusos más aberrantes y oscuros de la historia humana.
El doctor Josef Menguele, arropado bajo el poderoso manto nazi, no fue sino la punta del iceberg en Auschwitz, o la patrulla 731 en Japón, cuyos logros médicos aún se disfrutan hoy día. Fue famosa por mutilar, brutalizar y destruir incontables vidas de chinos, rusos e incluso occidentales que tuvieron la infinita desgracia de ser capturados por las tropas japonesas, durante la segunda guerra mundial.
Si estamos hablando de verdades odiosas también vale mencionar otras, y es que, pocas se han visto, tanto progresos en tan poco tiempo como durante en las guerras, pues obligan a las naciones a superarse por las malas.
Cuando Hitler fue derrotado, dos súper potencias se disputaban la supremacía del planeta Tierra, ¿Quieres saber algo?, esta historia, es parte de esas atrocidades que se cometieron bajo el secretismo de sus gobiernos durante la década de los años cincuenta.
En un oscuro y profundo laboratorio de los Estados Unidos estaban estudiando la muerte humana en su sentido más llano, más simple y más puro. Sabían que los seres humanos mueren a diferentes edades y de distintas maneras, unos por enfermedades, otros por accidentes, otros por causas naturales.
Querían saber como propiciar la muerte de una persona de la manera más indolora posible, es decir, durante sus sueños, la persona que muere en sueños se le considera muy afortunada, la gran mayoría muere por infartos o por enfermedades, pero hasta hace poco se consideraba que la persona que moría en sueños lo hacía de una manera diáfana y sin sentir absolutamente nada.
Así que este laboratorio logró conseguir a una multitud de personas que nadie echaría de menos, todos mayores de 85 años; vagabundos, yonkis, etc... los bañaron, les dieron de comer, y simple y llanamente les hicieron esperar, no curando del todo sus enfermedades pero procurando que estuvieran dormidos para cuando llegara el momento final.
Era una época de grandes avances científicos, y por primera vez podían ver la actividad cerebral de una persona en tiempo real, poniéndole parches a los lados de la cabeza, conectados a largos cables que iban a ordenadores.
Cuál fue su sorpresa que, cuando las primeras personas murieron, los médicos vieron que los encefalogramas de los durmientes tiraban picos en la impresora con la aguja, muy altos, muy agresivos, lo que les llegaba a concluir que sus cerebros no solamente tenían una actividad cerebral muy alta, varias veces mayor que una persona despierta, incluso varias veces mayor que la de una persona que está sufriendo un estrés muy grande, ellos consideraron que eran pesadillas.
Pero se aterrorizaron mucho al ver que estas pesadillas no fueron una coincidencia entre dos personas, más tarde murió otra y como se aseguraron que estaba soñando en el momento de su desenlace final se dieron cuenta que los resultados de la aguja también tiraban picos altísimos, llegando a la horrible conclusión que, cuando una persona muere en sueños, sufre de una manera espantosa.
Hicieron la prueba, y resultó positiva en otras 4 personas, hasta que finalmente tomaron la determinación de revivir a alguien que estuviera muriendo en sus sueños, o sea, tenían que despertarlo, pero a la vez tenían que estabilizarlo. Así que prepararon a un equipo médico enorme y sin muchas esperanzas esperaron al día en que la persona seleccionada que estaba muy enferma, muriera.
Finalmente empezó, la impresora empezó a tirar picos altísimos de actividad cerebral, la pantalla estaba completamente roja con la imagen fantasmal del cerebro. El equipo médico se volcó sobre el pobre anciano y le inyectaron varias cosas para lograr revivirlo y despertarlo, pero fue completamente en vano, porque al llegar segundos de estar despierto le dio un infarto y quedó fulminado, uno de los científicos jamás va a poder olvidar lo que le susurró el anciano antes de morir, cosa que le llevó a cancelar el proyecto para siempre y dejarlo dormido en un oscuro laboratorio a través de archivos incontables.
El anciano le dijo:
"Muérete antes de dormir"
No se supo nunca qué vio.
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Historias Para No Dormir 6
HorreurCon el paso de los años, las historias de miedo crearon arquetipos y forjaron un lenguaje narrativo común que desembocó en la auténtica edad de oro del género que fue el siglo XIX. Tuvieron que llegar grandes maestros como H. P. Lovecraft o Edgar Al...