Lencería ── riverduccion

005

— Que aburrimientooo — dije mientras rodaba en mi cama con Óscar al lado.

— La verdad es que si

— ¿Sabes Flis? Te tengo que confesar algo...

— Dimelo

— El día de ayer vi a Sam en una tienda de Lenceria

— ¿Y?

— La vi desnuda...

— ¿QUE HICISTE QUE?

— Wow Óscar calma... Fue un accidente....

— Felix... No te hago nada porque no te conozco del todo pero te hubiera arrancado las bolas.

— Pero que cruel eres — bromeé

Nos reímos pero después le dije la confesión real.

— Ahora si, la confesión.

— Felix no me digas...

— Si Filis, tal vez es lo que estés pensando, tal vez no.

— ¡Dilo de una vez!

— Es que mis huevitos — me agarre la entrepierna fingiendo dolor.

— Dios Felix, no te haré nada lo juro.

— ¿Lo juras?

— Pinky Promise

— Bien... Vi a Sam desnuda, y siento que me esta empezando a gustar...

— Era de esperarse, quien no se enamoraría de Rivers, tiene a un equipo de fútbol entero enamorados de ella. Si quieres algo con ella tienes que ser rápida, si no Aldo te la quitara y no la volverás a ver.

— ¿Aldo?

— El capitán del equipo de fútbol, esta enamorado de Jennie desde que estábamos en primaria.

— ¿Y Samantha le habla?

— Si te soy sincera a Sam le molesta. Siempre intenta conquistarla pero sus "encantos" — hizo comillas con los dedos — la hacen sentir incomoda porque el lo que busca es sexo y ya, es un mujeriego. Quiere acostarse con Sam solo por fama y andar por la universidad diciendo "Oh, me folle a Rivers soy el puto rey" es insoportable.

Samy no merecía eso, y había tomado una decisión pero no se lo diría a nadie por el momento.

Horas después...

— Lix... Lix... Lix... ¡Felix!

— ¿Mhh? — murmure, escuchaba variedad de sonidos.

— ¡Te esta sonando el puto teléfono!

Me levante de la cama y lo agarre de la mesita de noche, me senté a la orilla de la cama y vi que era Ari la que me estaba llamando.

— Hola Aricita.

— ¡Dios Felix! Me tenias preocupada ¿Dónde estás ahora?

— Perdón, consegui un par de amigos y me pasé el receso con ellos. Estoy ahora en mi habitación ¿Por qué?

— Felix, ven al campus ahora mismo. Estoy enfrente de las canchas de fútbol.

— Dios... Esperame, ya te caigo.

— Dale, ¡te quiero!

Me levante de mala gana y fui al baño a cepillarme el cabello. Me puse mis zapatos.

— ¿Dónde vas?

—Voy a salir un momento...

—Lleva condon, no quiero sorpresitas.