-Día 11-

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Entre juegos sin apuestas y comida que ya casi no tenía sentido de comer, el joven Namjoon jugaba con su tío político, ambos no se permitían perder ante el otro, la batalla solo podría terminar si alguno de los dos pudiera desviar la mirada por un...

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Entre juegos sin apuestas y comida que ya casi no tenía sentido de comer, el joven Namjoon jugaba con su tío político, ambos no se permitían perder ante el otro, la batalla solo podría terminar si alguno de los dos pudiera desviar la mirada por unos milisegundos.

La pantalla se apagó de inmediato, la ex esposa de Kai desenchufo todo, sus razones tenía, Namjoon se levantó molesto por el atrevimiento de su tía, a lo que empezó a limpiar la mesa por instinto sin decir palabras.

—Jong-in, creí que me ayudarías con él._Señaló a su sobrino con sus labios y se cruzó de brazos resignada. —Pero solo estás jugando todo el día con él, mientras que yo estoy en el trabajo._La mujer agarra un cojín y se lo avienta al moreno mayor.

—Calma mujer, solo nos divertíamos, no hay nada de malo con eso.

—Es verdad, solo apostamos un poco, de no ser por ti, ya hubiera ganado bastante dinero._Namjoon salió con una sonrisa victoriosa, sabía que su tía no tendría paciencia para el mayor.

Luego de una gran cena y de muchos regaños por parte de la mujer, Kai y Namjoon se encontraban jugando cartas, algo más relajado, sin apuestas de por medio.

—¿Cómo te va con el profesor Jung?_Kai estaba interesado en la nueva vida de su amigo del instituto.

—Bien.

—¿Solo bien?

Namjoon rodó los ojos, se acomodó en su sillón, en esa ocasión debía ser paciente para poder conseguir la información que su líder necesitaba para su venganza, aun sentía resentimiento por el profesor Jung y también por el chico de cabello rojo, Hyunjin.

—Sí, él es muy amable y sonriente._Recordó la vez que su profesor intento curarlo, esa tenue sonrisa en forma de corazón aun la tenía en su mente.

Kai suspiro hondo y dejó caer una gran carcajada, motivo por el que Namjoon lo miró de reojo. El menor solo arrugo el entrecejo por la poca seriedad que tenía el mayor.

—Ya veo porque mi tía se divorció de ti. No sabes mantener la seriedad.

De inmediato, la risa de Kai se detuvo por el comentario acido del menor. Las cartas volvieron al juego, ambos en silencio esperando movimientos del otro, una partida con tensión.

—Namjoon, tienes una lengua muy acida, debes tener cuidado cada vez que hablas, puedes dañar a los demás con tus palabras._Kai dejó caer su juego. —Yo amé a tu tía como no tienes ideas, pero la verdad, es que me dio miedo avanzar y le deje todo el peso por esa misma razón.

—Cobarde._Namjoon vio el juego de Kai, se dio cuenta tarde sobre sus maniobras. —¿Por qué me estas dejando ganar?

—No te estoy dejando ganar, te estoy dando una lección._Sonrió.

—Eso es estúpido.

—Tal vez para ti lo parezca. Pero nunca he ganado una partida de cartas, aun así, hay una persona que supo dejarme ganar y lo hizo de una forma inigualable, hasta el día de hoy lo recuerdo bien.

Un lienzo en blanco-[Allxhoseok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora