Capitulo 3: you're the dancing queen young and sweet

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Nos quedamos así un rato en esa posición, yo arriba de él, él adentro mío, su frente contra mi hombro, mi pecho contra el suyo, sus manos abrazándome por completo

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Nos quedamos así un rato en esa posición, yo arriba de él, él adentro mío, su frente contra mi hombro, mi pecho contra el suyo, sus manos abrazándome por completo. Estoy lista, pienso, estoy lista para que deje ir. Es el preciso momento donde se que después que se levante me voy a vestir y con mi dignidad marcharme, y guardar esta noche como esos recuerdos de mis últimas locuras de joven. 

Nuestras frecuencia respiratoria se contagia del otro, al mismo tiempo que nuestros latidos, y espasmos de la pasión terminan en cortes eléctricos de nuestras extremidades. Un aire se filtra por algún lado y recorre mi espina dorsal haciendo que tiemble un poco. Guido se da cuenta, besa mi hombro antes de levantar su cabeza y buscar una especie de manta que esta cerca nuestro, en el sillón, la abre en el aire y cuando la deja caer, su perfume invade mis fosas nasales. Me envuelve con ella, me la acomoda en silencio con cuidado, como si fuera algo preciado. Como el cárdigan que quedó debajo de la cama de Taylor Swift, que es su favorito.

Cuando me mira fijo, siento que es momento de pararme y lo hago con cuidado y me siento abrazando mis rodillas en el sillón. Solo es el bullicio del festival y nosotros. "me tengo que ir" dice mi mente "no me quiero ir" le contesta mi corazón. 

Cuando Guido se para desnudo enfrente mío se estira y yo lo observo, como observaba los maniquis desnudos en las vidrieras cuando era chica y pensaba en qué momento los niños de mi colegio se convertían en eso. Su piel blanca, los músculos de su piernas, el sutil bello que las cubre, su culo, su perfecto perfil de Dios Griego, su sonrisa, su pelo cayendo. Voltea a mí y sé que mis ojos son tan grandes y brillosos al verlo que no puedo ocultarlos, escondo mi cabeza entre mis rodillas.

-hey- me dice bajando a mi altura- por mi te podrías pasear desnuda todo lo quieras por acá, pero no quiero que enfermes- besó la coronilla de mi cabeza y camina al baño mientras se seca el forro. No quiero sacarle la vista de encima, pero lo hago, mi mente y mi corazón se debaten en que nos quedan pocos minutos. El respaldo del sillón da a una venta polarizada, nadie puede ver, pero yo si, en la penumbra de la noche quedan pocos minutos para que este festival se termine, igual que mi encuentro con el rubio.

Me levanto con firmeza, solo cuando veo mi reflejo en la ventana me doy cuanta que tengo puesto, es su poncho, me envolvió en su poncho. Me sonrío, pensando en los miles de perfiles que existen con la frase "debajo del poncho de Guido". Sacudo mi cabeza, tengo que ser la mujer empoderada que digo que soy. En mis remotos sueños esto podía pasar, y paso, ya es un montón, y siempre supe lo que vendría después. Por suerte Uber no llega acá, así que asumo, me iré por el mismo camino que tomamos todos a la salida del festival, y nadie sabrá que acabo de pasar toda la velada con Guido, que me beso, que me hizo el amor y me puso su poncho, solo mi piel. Dobló el poncho cuidadosamente y me pongo mi tanga y cuando estoy por agarrar mi corpiño alguien me envuelve con sus brazos por detrás.

-cerra lo ojos- me dice, mi cuerpo responde ante su pedido como si fuera nato para él, me gira sobre mis pies dejándome en frente de él- levanta los brazos - me dice y yo obedezco, siento que pasa algo por mi cabeza y mis brazos- ahora si- me acomoda lo que sea que me haya puesto, se siente cálido y suave- al final veníamos por un buzo no? - abro mis ojos cuando termina su frase y miró por debajo de mí, tengo puesto un buzo y no cualquier buso tengo puesto SU buzo de Mila, Saturno y el Río. Y se que es del no solo porque está un poco gastado, sino porque huele igual de bien que el, que su poncho, que su transpiración, que todo su cuerpo que tuve encima, si Guido quiere que me vaya me la esta poniendo muy difícil.

ᴄᴏʀᴀᴢᴏɴ ᴅᴇʟᴀᴛᴏʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora