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Aviso:Este texto es una obra de ficción. Cualquier coincidencia con personas, eventos o lugares reales es pura casualidad. Todo lo escrito aquí es con fines literarios y no tiene intención de reflejar la realidad.
Habían pasado dos largos meses desde el día en que Mell se fue por la puerta de la casa de Guido. No sabía nada de él. No solo lo había bloqueado de todos lados, sino que ella había desaparecido de sus redes sociales. Solo cada tanto escuchaba el apellido de los hermanos en la productora o cuando iba a retirar los miércoles a su sobrino a la guardería. Si, porque Luu nunca se alejó de ella, por lo tanto Gali tampoco y los miércoles entre una cosa y la otra,a Gasti y Luu se les complicaba buscarlo, así que ella se hizo cargo, le quedaba de paso y le ayudaba, sobre todo al principio, a tener la cabeza ocupada.
Se había mudado a un departamento en el ultimo piso de una torre. No podía creer que todo ese espacio era para ella. Había crecido económicamente rápido para sorpresa y de a poco estaba dejando su nuevo hogar como ella quería. Buenos Aires, la ciudad de sus sueños, para su sorpresa estaba viviendo en San Fernando, si, en mismo lugar que Guido, es que amaba ese lugar. Amaba el cielo, amaba poder ver las estrellas, y sabia que en conourbano no podía contar con sus constelaciones ahí arriba cuidándola, así que se quedo ahí en su primer amor,
A veces sonaba algún tema en la radio o de fondo, extrañaba escuchar su bandita, pero no tenía el coraje todavía.
Ese jueves había estado cerrando tratos de los artistas de la productora que se iban a presentar en el Cosquín Rock. Cuando Pablo, uno de sus jefes le propuso que ella se hiciera cargo de esas contrataciones, se puso muy feliz, el CR ocupaba un gran lugar en su corazón.
Por otro lado estaba organizando el regreso de la banda que la tenía como manager, ellos mismo la habían elegido y los veía seguido y se iban poniendo de acuerdo con todo. Ya eran como sus amigos. Y por otro lado había empezado a tener otras responsabilidades como estas.
Mell
- Toc, toc- hacen ruido de puerta y ella levanta la vista de los papeles
-Hola Gon- saludo a uno de mis jefes y se me acerca a darme un abrazo un beso en la mejilla que correspondo
-excelente trabajo el de hoy, todos se fueron encantados vos- me sonrojo y siento calor, es orgullo, estoy orgullosa de mi.
-gracias la verdad disfrute mucho de poder negociar los tratos para el Cosquín, gracias por confiar en mí- le digo cerrando mi notebook
-desde el primer momento supimos que eras la indicada para esto- me dice mirándome -No cierres, tengo un último cliente que me pidió hablar con vos- le miró entre cejas, tenía un listado de los clientes que iban hoy, los repase millones de veces- fue algo de último momento... - me dice- lo vas amar... - Gon me guiña el ojo y sale por la puerta.
Veo a Gonzalo perderse por las puertas vidriadas, es viernes tipo 18 hs y ya casi no queda nadie en las oficinas de Dale Play, sigo acomodando mis cosas cuando escucho por los pasillos el tintineo de unas cadenas, son como tacos, pero un caminar pesado casi arrastrándose, me da un escalofrío, mi cuerpo se pone alerta, pero no de miedo. Cuando veo su silueta dar la vuelta a la esquina del pasillo que ya me deja verlo, no me alcanzan las piernas para llegar a él y de pronto estoy colgada cual koala. Mis piernas alrededor de su cintura, mis abrazos aplasta su cabeza que está al costado de la mía, su pelo largo huele shampoo y esta suave como siempre, absorbo su perfume, estoy en casa.