En los vastos campos del pensamiento, donde las ideas fluyen como ríos, nace la poesía, destello eterno, alma que habla en susurros y bríos.Es un arte sutil y profundo, que dibuja emociones y sueños, pintando el dolor, la risa, el mundo, en versos suaves y dueños.La poesía es espejo del alma, reflejo puro de lo que sentimos, y en su magia, encontramos calma, abrazando lo que somos y fuimos.Es un puente entre tiempos y vidas, un hilo de plata en el universo, uniendo voces, corazones y heridas, en la danza eterna del verso.Cada poema es un mundo en sí mismo, un viaje hacia lo desconocido, donde la razón y el misticismo se encuentran en un abrazo encendido.Es la voz del amor y la tristeza, del júbilo, del miedo y la esperanza, tejiendo con delicada destreza las fibras del alma y su balanza.La poesía es testigo y legado, es eco de una época, de una era, cantando lo que ha sido amado, y lo que el corazón venera.Es refugio en tiempos de tormenta, un faro en la oscura marea, y en sus líneas, el ser se enfrenta a la verdad que la vida devela.Poesía, canto eterno del ser, que desnuda el alma y la conciencia, eres la llama que vuelve a encender la chispa sagrada de la existencia.En tu abrazo hallamos el sentido, la razón detrás de la existencia, y a través de ti, queda entendido el misterio de nuestra presencia.Poesía, guía y compañera, luz que nunca se apaga, llama viva, eres la esencia eterna y sincera del corazón que sueña y suspira.Tu voz resuena en cada rincón, en cada latido, en cada mirada, y en tus versos, hallamos razón, para vivir, soñar, y ser amada.
