En el velo oscuro de la noche profunda, se esconden los sueños en un manto de estrellas, la luna, serena, en su trono fecunda, derrama su luz en historias eternas.Los susurros del viento, suaves y leves, cantan a la noche su melodía, las sombras danzan entre los árboles, en un ballet de misterio y fantasía.La noche es un lienzo de infinitas maravillas, donde los secretos encuentran su hogar, el silencio es música, las estrellas, chispillas, y el alma se atreve por fin a volar.Los sueños se tejen en redes sutiles, historias que escapan a la luz del día, la mente se adentra en mundos febriles, donde todo es posible, donde todo es poesía.Las criaturas nocturnas salen de su escondite, bajo el manto oscuro, comienzan su vida, el búho observa, el murciélago emite, sus ecos en la noche, su danza temida.Las calles desiertas, bañadas en plata, invitan al paseante a reflexionar, cada paso resuena en la calma ingrata, de un mundo que duerme, de un mundo a soñar.La luna, testigo de amantes y poetas, brilla en lo alto con su luz de ensueño, espejo de anhelos, de pasiones secretas, guardián de los versos que nacen sin dueño.Las estrellas, puntitos de luz en el cielo, forman constelaciones de historias pasadas, guían a los viajeros con su brillo eterno, en la vasta noche de rutas marcadas.La noche es un refugio, un manto de paz, donde el alma encuentra su verdad oculta, es un reino de sombras, de sueños fugaz, donde el corazón late sin culpa.Así, en la oscuridad, la vida se enciende, en un juego de luces, de sombras y destellos, la noche, en su misterio, siempre sorprende, espejo del alma, de sus más hondos sellos.Y cuando el alba asoma con su tímido brillo, la noche se retira, se despide en silencio, pero en su retirada, deja su sencillo, recuerdo de un mundo de sueños y aliento.
