Un susurro en la brisa,
una hoja que danza,
la luna que nos mira,
y el mar que nos alcanza.
En la noche tranquila,
donde sueñan los ríos,
las estrellas titilan,
como mágicos bríos.
Nuestro amor es un eco,
en el tiempo y espacio,
un verso que retumba,
sin temor ni cansancio.
Que la vida nos lleve,
a través de sus mares,
donde el sol se despierte,
en nuestros nuevos lares.
Las montañas se alzan,
como gigantes guardianes,
y los valles susurran,
viejas historias de amores.
Entre senderos ocultos,
y bosques encantados,
nuestros pasos se encuentran,
en caminos dorados.
Que el viento nos guíe,
con su canto silente,
y el cielo nos cubra,
con su manto creciente.
Que los días transcurran,
como ríos serenos,
y en cada amanecer,
se renueven nuestros sueños.
Que las noches nos traigan,
el susurro de estrellas,
y en su brillo encontremos,
la paz que nos consuela.
Que el amor sea siempre,
nuestro faro y destino,
y en su luz encontremos,
el más dulce camino.
Así, unidos por siempre,
como un solo latido,
navegaremos la vida,
con un amor infinito.
