En un lienzo blanco comienza la historia, Donde el amor y el arte entrelazan su gloria. Con cada línea que el lápiz dibuja, Nace un sentimiento que al corazón subyuga.Sus ojos son un mar profundo y sereno, Que capturo en papel con trazos de mi anhelo. Cada curva de su rostro, cada destello, Es un poema en grafito, un mundo bello.Con delicadeza el carbón acaricia, El contorno de sus labios, dulzura y delicia. El amor se revela en cada detalle, En cada sombra suave, en cada valle.El lápiz danza con pasión y cuidado, En un compás lento, a su ritmo enamorado. Sus cabellos fluyen como ríos dorados, Y en cada mechón, mis deseos plasmados.Dibujo sus manos, tan llenas de vida, Que en mi alma dejan huella, tan querida. Sus dedos delicados, sus gestos sutiles, Son notas en mi obra, tan frágiles y gentiles.El amor se funde en cada color y sombra, En cada rincón del lienzo que asombra. La luz que ilumina su piel tan radiante, Es un faro en la noche, guía constante.Cada pincelada es un suspiro, Un eco del amor que en mi alma admiro. En los ojos de mi musa veo el reflejo, De un amor eterno, de un sueño añejo.El arte y el amor son un mismo destino, Dos almas que se encuentran en un solo camino. En cada dibujo, en cada expresión, Vivo y revivo nuestra pasión.Así, con cada trazo, con cada pincelada, Dibujo nuestro amor, en esta jornada. Un amor inmortal, en papel plasmado, Que en el tiempo y el arte, siempre ha quedado.Este es el poema de amor en el dibujo, Donde cada línea es un beso, un murmullo. Un homenaje a la musa que inspira mi arte, Un amor eterno, que nunca se parte.