En el manto sereno del cielo azul, nace la primavera con un suave arrullo, despiertan las flores en su suave tul, y el campo se viste de un verde murmullo.Los días se alargan con luz radiante, cantan los pájaros, nace la vida, el viento susurra, brisa vibrante, en el aire flota una fragancia querida.Llega el verano con su calor ardiente, el sol en lo alto, rey luminoso, las playas se llenan de gente sonriente, el mar es un espejo de azul majestuoso.Las noches son largas, llenas de estrellas, el tiempo se detiene en un eterno fulgor, los campos dorados son nuestras huellas, en este paisaje de dorado esplendor.El otoño se asoma con su manto dorado, hojas caen suaves, danza de adiós, el aire es fresco, el cielo nublado, y el corazón late en un ritmo pausado.Los árboles se visten de tonos rojizos, el suelo es una alfombra de crujiente color, los días son cortos, más introvertidos, y el alma se envuelve en un cálido valor.El invierno llega con su manto frío, la nieve cubre el mundo en blanco altar, los ríos se duermen en su lecho vacío, y el viento canta su canción de cristal.Las noches son largas, el fuego encendido, en casa se siente el calor del hogar, el mundo descansa en un sueño dormido, esperando que el sol vuelva a despertar.Así pasan las estaciones, una a una, en un ciclo eterno de vida y cambio, cada una con su esencia, su fortuna, en este mundo nuestro, siempre tan extraño.Es la danza del tiempo, eterna y sincera, que nos lleva de la mano, sin detenerse, y en cada estación, en cada nueva era, hay una historia que vale la pena vivirse.