Una chica de otra dimensión, sin una explicación científica, cruza al mundo de Marvel, del cual era tan fanática. Conociendo los desastres de este universo, decide intervenir para tratar de cambiar el curso de los eventos.
A medida que intenta alter...
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— No creí verte tan pronto —su boca se curvó en una sonrisa, sus ojos recorren mi cuerpo, observando mi vestimenta—. Pero qué lindo color.
Mi vestido de color verde oscuro parecia captar su atención. Loki se acercó con una confianza innata, sus ojos celestes centelleaban con un extraña curiosidad. Mi mirada se encontró con la suya, reconociendo la chispa traviesa que siempre lo caracterizaba.
— ¿Qué hace una señorita como usted levantada a estas horas de la noche? —Loki me preguntó con curiosidad fingida, su tono suave pero cargado de una sutil ironía.
La intensa mirada juzgadora de Loki me hizo sentir vulnerable. Sus ojos parecían penetrar hasta lo más profundo de mi ser, desnudando cada pensamiento y emoción que intentaba ocultar. Quise apartar la vista, pero su magnetismo me mantenía atrapada. En ese momento, sentí como si todo mi ser estuviera expuesto bajo su escrutinio, sin posibilidad de esconderme.
— Me escapé de la celebración —relamí mis labios—. No sé si Frigga te habrá contado, pero hoy había un banquete en festejo a la victoria en Vanaheim.
— Entiendo perfectamente. Estos banquetes pueden volverse abrumadores —Loki arqueó una ceja con una fingida sorpresa, agacha su cabeza—. Y no, Frigga no me ha dicho nada… con que te escapaste de la celebración, ¿eh? —eleva levemente su cabeza, con las cejas levantadas—. Siempre has tenido ese aire de rebelde encantadora —su tono burlón me hizo sacar una sonrisa.
— Supongo que eso es parte de mi encanto —respondí, jugueteando con una mano la tela de mi vestido.
DE DÓNDE ME SAQUÉ ESO, QUÉ VERGÜENZA.
Loki rió suavemente, moviéndose un paso más cerca. Si no fuera por la pared de energía que nos separa, nuestras respiraciones se hubieran mezclado.
— Debo admitir que te ves encantadora esta noche, escapando de banquetes y con ese vestido que parece robarse el brillo a las estrellas —comentó Loki en tono íntimo, su voz resonando suavemente en el espacio entre nosotros.
Una mezcla de emociones me invadió al escuchar sus palabras elogiosas. Era difícil resistirse al encanto de él, incluso desde detrás de la barrera de energía que lo retenía. Loki sonrió con satisfacción, y en ese instante, la atmósfera entre nosotros pareció intensificarse. La energía que fluía entre ambos era palpable, como si el universo mismo estuviera conspirando para acercarnos más, a pesar de que la barrera de luz nos separaba.
Las palabras de Loki me habían tomado por sorpresa, y no estaba segura de cómo responder. Mi mente se sentía nublada, y mi corazón latía desbocado en mi pecho. Traté de encontrar palabras para responder, pero en su lugar sólo pudo mirarlo, con los ojos ampliamente abiertos y el rostro ruborizado.
— ¿Te pusiste nerviosa? —preguntó Loki, su voz suave pero cargada de una intensidad que me atravesó con rapidez.
La intensa mirada juzgadora de Loki me hizo sentir vulnerable.
