— No lo había preguntado antes porque se me había pasado por alto, pero he notado que no te quejas de dolor, ¿Ya no te duele tu herida?
— Para nada, gracias a que la magia está a mi favor, aunque dejo una pequeña cicatriz, tomará tiempo para que se vaya —tocó su pecho con su mano izquierda.
— Me alegra mucho eso, de que estés bien —sonreí, pero luego siento la mano fría de Loki tomar la mía.
— Tu mano es muy suave —comentó él, con una sonrisa traviesa, llena de dulzura.
— La tuya es muy fría, debo de admitir que adoro el frío.
El silencio de los pasillos se rompía con nuestras risas, resonando suavemente mientras caminábamos. Las luces de los candelabros parpadeaban, proyectando sombras danzantes en las paredes. Era un momento de tranquilidad compartida, una burbuja de felicidad en medio de la noche.
— Quiero contarte que siempre me ha gustado caminar por estos pasillos a esta hora —dijo Loki—. Hay algo muy pacífico en ello.
— Estoy de acuerdo —lentamente suspiré cerrando los ojos, mientras sonreía—. Es muy tranquilo…
Continuamos caminando, nuestras manos entrelazadas, disfrutando del mutuo confort que la compañía nos ofrecía. Cada paso que dábamos nos acercaba más al jardín, donde el aire fresco y el aroma de las flores nos esperaba, prometiendo más momentos de calma.
La brisa suave acariciaba nuestros rostros, y las flores del jardín desprendían un aroma delicado y embriagador. Caminamos en silencio por un momento, apreciando la belleza del entorno.
— ¿En serio quieres aprender a utilizar una daga?, me hubieras preguntado a mi
— Sí, pero no te quiero molestar más de lo que ya lo hago —expliqué, justificando por qué había elegido a Sif para que me enseñara.
— A lo que tú llamas molestar, para mí es una oportunidad para estar contigo —dijo él con una sonrisa cálida, apretando suavemente su brazo—. Me encanta pasar tiempo contigo y ayudarte en lo que necesites.
Ella lo miró con ternura, conmovida por sus palabras—Gracias, Loki. Significa mucho para mí.
El jardín se extendía ante ellos, un refugio de paz y belleza bajo la luz de la luna. Los caminos estaban bordeados por arbustos bien cuidados y flores que parecían brillar en la penumbra. Se escuchaba el suave susurro de una fuente cercana, añadiendo una melodía tranquila al ambiente.
— De todas formas, será divertido aprender de Sif también —continuó ella—. Siempre he admirado su destreza y su fuerza.
— Sif es una excelente maestra —admitió Loki—, pero recuerda, no dudes en pedirme ayuda si alguna vez la necesitas. Estoy aquí para ti.
Caminaron un poco más, disfrutando de la compañía mutua y del silencio reconfortante del jardín. De vez en cuando, se escuchaba el canto lejano de un búho.
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Only Want | Loki Laufeyson
Fiksi PenggemarUna chica de otra dimensión, sin una explicación científica, cruza al mundo de Marvel, del cual era tan fanática. Conociendo los desastres de este universo, decide intervenir para tratar de cambiar el curso de los eventos. A medida que intenta alter...